Antonio Ibáñez ha fallecido este martes, 12 de julio, a causa de un linfoma de no Hodgkin contra el que llevaba luchando más de un año, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL. Cada año se detectan en España unos 2.800 casos nuevos de este cáncer que es más común encontrarlo en hombres de entre 20 y 29 años, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Esta enfermedad es muy difícil de detectar. Por este motivo es importante estar alerta a los síntomas tempranos que pueden aparecer en su fase inicial. El más común de todos es la hinchazón o agrandamiento de uno o más ganglios linfáticos, que se localizan en muchas partes del cuerpo. Tras haber consumido alcohol, sí que se puede percibir su dolor. Sin embargo, se trata de una masa debajo de la piel cuyo dolor apenas es perceptible.
Los conocidos como "síntomas B del linfoma de no Hodgkin" son aquellos que pertenecen a una segunda fase, donde ya se ha producido la revisión de los antecedentes médicos. Alguno de los síntomas que más se detectan son la dificultad a la hora de respirar por la noche, la fiebre prolongada y la pérdida de peso involuntario.
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La probabilidad de padecer esta enfermedad está vinculado a los factores de riesgo. Algunos de ellos pueden evitarse, como es el caso de fumar o tener sobrepeso. En cambio, hay otros factores de riesgo que vienen incorporados de por vida, como la edad o los antecedentes familiares.
El tratamiento con radioterapia fue el primero que consiguió curar a algunos pacientes con este cáncer. Sin embargo, hoy en día se aplica casi siempre la quimioterapia, mientras que la radioterapia ha quedado reducida a un segundo plano en este tipo de enfermedades. El actor granadino escribía en sus redes sociales que el dolor que le producía este tratamiento era "como cuando un relámpago o trueno atraviesa el cielo, con unos dolores que parecían interminables".
Y es que la cura del linfoma puede provocar en los pacientes otras enfermedades, ya que la toxicidad de la quimioterapia causa daños permanentes. De hecho, quienes sobreviven a esta enfermedad tienen mayor riesgo de presentar un segundo cáncer, en especial, de mama o de pulmón.
Además, este cáncer puede tener como antecedente un linfoma de no Hodgkin. La principal diferencia entre este y el linfoma de Hodgkin es el tipo específico de linfocitos que participan en cada uno. En el caso del actor Antonio Ibánez, se trataba de no Hodgkin, pues no se había detectado la presencia de un tipo específico de células anormales llamadas «células de Reed-Sternberg»