Precisión y seguridad. Son dos palabras clave en cirugía que cada vez adquieren un mayor valor gracias a los grandes avances tecnológicos logrados en los últimos años. Uno de los principales campos de desarrollo es el de la informática aplicada a la cirugía, que lleva décadas utilizándose en las salas de quirófano y cuyos progresos han permitido las cirugías mínimamente invasivas o asistidas por robots.
Una de las herramientas más extendidas en este campo son los neuronavegadores: sistemas de cirugía guiados por un ordenador que permiten reconocer la ubicación exacta, volumen y forma de la patología a tratar, como puede ser un tumor, para facilitar la labor del equipo humano durante la intervención.
Recientemente el Hospital Ruber Internacional ha dispuesto del último modelo de neuronavegador -Curve 2.0- de la compañía alemana Brainlab, que desarrolla software y tecnología médica desde hace 30 años. Este tipo de software ofrece eficacia y sencillez a procesos muy complejos como las intervenciones de cráneo o columna: “Permite visualizar en un escenario virtual la posición en la que está trabajando el neurocirujano y las estructuras importantes que hay alrededor”, explica el doctor Ricardo Díez Valle, neurocirujano en el Hospital Ruber Internacional, quien ha llevado a cabo una de las intervenciones más recientes en el centro utilizando este sistema junto a la doctora Sonia Tejada.
Mucho más que una simple guía
El dispositivo “está equipado con una pantalla 4k de gran tamaño que nos permite planificar, revisar, documentar y transmitir por streaming la intervención desde cualquier parte del quirófano”, indica el neurocirujano. La innovación del sistema se ha convertido en una puerta de entrada a la cirugía digital pero, destaca el doctor Díez, el aspecto más importante es que “podemos identificar mejor que nunca lo que es un tumor y las partes más importantes de la función cerebral”.
Una de las últimas intervenciones que han podido tratar con el sistema Curve 2.0 ha sido para una cirugía craneal compleja. A través del nuevo software de navegación y planificación quirúrgica, el equipo médico tenía la capacidad “de hacer reconstrucciones de la imagen y de proyectar una realidad aumentada sobre la visión del campo quirúrgico”, señala el doctor Díez.
En circunstancias complicadas, advierte el doctor Díez, “puede ser difícil diferenciar un tumor que vuelve a crecer de una lesión producida por los tratamientos como la radioterapia”, así que un navegador como este permite a los cirujanos orientar la cirugía “usando tanto la información de la resonancia magnética normal y al mismo tiempo, utilizar la información complementaria del PET”. En el caso concreto de esta intervención, “era importante extirpar la parte metabólicamente más activa, indicada en PET, sin afectar a las fibras de la función visual. Este equipo lo hizo muy sencillo", asevera el neurocirujano.
Gracias a la utilización de navegadores avanzados, “aumentan las probabilidades de conseguir una buena extirpación del tumor y bajan las complicaciones”. Según la experiencia del doctor Díez, estos sistemas son de especial utilidad en las cirugías cerebrales “con tumores más complejos, localizados cerca de las partes más importantes del cerebro'', ya que permite llegar, con abordajes mínimamente invasivos y con mayor seguridad, a los tumores más complicados y así favorecer un mejor resultado para los pacientes.