La ciencia ha demostrado, una vez más, ir siempre un paso por delante y superar cualquier expectativa. Es cierto que ya hay una conciencia generalizada –en parte, gracias a los relatos de ficción– acerca de los avances que puede suponer la robotización de la cirugía. Pero, ahora, el Servicio de Urología de la Fundación Jiménez Díaz ha logrado incorporar a su catálogo la realización con robots de operaciones en los riñones. Es decir, ampliar su cartera de servicios en cirugía robótica.
Esta innovación se enmarca en el Programa de Cirugía Robótica en Urología que la Fundación puso en marcha en 2018 con la compra de un robot Xi Da Vinci. El Da Vinci fue el primer robot en asistir y facilitar una operación, y el modelo Xi que tiene el hospital es el más avanzado que existe.
El equipo del Dr. Ramiro Cabello, jefe asociado del Servicio de Urología de la Fundación Jiménez Díaz, cuenta con otros cuatro cirujanos: Juan Ignacio Monzó, Carmen Gomis y Cristina Quicios, todos con un curso que los acredita en el manejo del robot. Además, es un equipo estable de cirujanos y ayudantes, lo cual es esencial para el Dr. Cabello, puesto que "mejora la coordinación y reduce los tiempos de cirugía".
El Dr. Cabello y su equipo han empleado ya esta técnica con éxito sobre patología renal, con técnicas como la pieloplastia robótica. Esta operación soluciona problemas de estrechez en la zona del riñón y el uréter, a causa de los cuales se generan obstrucciones en el flujo de orina.
¿Qué es la cirugía asistida por robot?
De forma simplificada, podría decirse que consiste en una operación donde el cirujano no interviene directamente, sino que lo hace a través de un robot que replica sus movimientos. El robot está formado por tres componentes: la consola quirúrgica, el carro del paciente y la torre de visión. Este último aparato facilita una visión 3D aumentada hasta diez veces.
Como explica a EL ESPAÑOL el Dr. Cabello, esta técnica aporta "mayor precisión, flexibilidad y control en comparación con las técnicas convencionales de cirugía laparoscópica". Y es que el robot elimina la reproducción de temblores por parte del cirujano.
Esta técnica aporta mayor precisión, flexibilidad y control en comparación con las técnicas convencionales de cirugía abierta
Además, el robot permite realizar cirugía mínimamente invasiva, reduciendo las incisiones que se practican en el abdomen del paciente. Para el Dr. Cabello, supone "uno de los avances más importantes en la práctica quirúrgica desde que comenzó su desarrollo a principios del siglo XXI". Gracias a ella, en muchos casos ya no son necesarias incisiones de 30 centímetros como ocurría antes.
Si bien cualquier entrada en el quirófano implica cierto riesgo, al reducirse el tamaño de los cortes gracias al robot, "se minimiza el impacto funcional de la cirugía y la pérdida de sangre". Así, el riesgo de que el paciente necesite una trasfusión es menor.
Por otra parte, también se trata de una operación segura. El Dr. Cabello explica que "hay varios estudios a nivel mundial y se estima que la tasa de error del sistema es de alrededor del 0,3". No obstante, al estar conectado en línea, el cirujano puede anticiparse a cualquier fallo que observe en su funcionamiento.
Efectivo en el tratamiento del cáncer
El Servicio de Urología de la Fundación también ha realizado satisfactoriamente sus primeras nefrectomías parciales, una técnica que permite abordar el cáncer de riñón preservando este órgano. No hay que olvidar que cada vez se diagnostican más tumores renales en etapas iniciales gracias a ecografías, TAC y resonancias. La mayoría de estos casos son descubiertos por casualidad, ya que no suelen ser personas con muchos síntomas. Esto puede ser problemático, pues se trata de una enfermedad silenciosa que, si no se detecta a tiempo, tiene un mal pronóstico.
El Dr. Cabello explica que "el abordaje de esta cirugía mediante la plataforma robótica simplifica y mejora la precisión de la sutura, permitiendo reducir el impacto de la cirugía sobre la función renal". Y es que una de las prioridades es conservar la capacidad de los riñones de eliminar los desechos y el exceso de agua en sangre a través de la orina.
En el caso del cáncer de próstata, las operaciones de prostatectomía radical asistidas por robot realizadas por el Servicio de Urología han sido todo un éxito. Con esta intervención, consistente en la extirpación de la glándula prostática, se han conseguido preservar los nervios erectores cuando se ha diagnosticado en fase temprana. De esta manera, se puede ayudar a minimizar los efectos secundarios como la disfunción eréctil o la incontinencia urinaria. Además, "esto permite que el paciente pueda volver a su actividad cotidiana de forma precoz", señala el Dr. Cabello como otra de las ventajas del sistema Xi Da Vinci.
Un Programa con futuro
"Actualmente, más del 75% de todas las intervenciones de cirugía asistida por robot en todo el planeta son de nuestra especialidad", cuenta el Dr. Cabello. Con estos porcentajes, no es de extrañar que la Fundación Jiménez Díaz estime que alrededor de 60 intervenciones anuales de patología renal podrán beneficiarse en adelante de la cirugía robótica.
Según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el cáncer de próstata es el tumor más frecuente en hombres: en España, solo el último año, se diagnosticaron 33.341 casos nuevos y hubo 6.112 fallecimientos por esta causa. A nivel mundial, es la tercera causa de mortalidad por cáncer en varones.
Actualmente, más del 75% de todas las intervenciones de cirugía asistida por robot en todo el planeta son de nuestra especialidad
En cuanto al cáncer renal, es preocupante que de los 7.300 casos nuevos que se detectan anualmente en España, el 25% están ya en fase terminal. Esto se traduce en cifras terribles: más de 2.100 fallecimientos cada año.
Ante esta situación, el objetivo del Servicio de Urología de la Fundación Jiménez Díaz de erigirse como centro de referencia a nivel nacional de cirugía robótica adquiere especial relevancia. Si bien tienen un Programa consolidado, en el futuro el Dr. Cabello tiene previsto "utilizarlo también para linfadenectomías retroperitoneales, cirugía reconstructiva ureteral, cirugía del prolapso de órganos pélvicos…".
En cualquier caso, el techo de esta técnica aún no se conoce: "Podemos decir que la cirugía robótica ha revolucionado la cirugía y esta revolución está todavía en pleno desarrollo", asegura el Dr. Cabello.