Las sustancias perfluoroalquiladas o PFAS se usan en multitud de industrias, siendo las telas o los envases algunos de sus usos más conocidos en los países occidentales como España.
Sin embargo, y a pesar de que poco a poco se van conociendo sus potenciales efectos dañinos para la salud humana con el paso del tiempo, aún hoy en día se siguen encontrando estas sustancias en lugares donde no deberían estar.
Ese sería el caso del maquillaje, según un nuevo trabajo publicado en la revista Environmental Science & Technology Letters, a cargo de Graham Peaslee y sus colegas de la Universidad de Notre Dame: los usuarios de maquillaje estarían absorbiendo e ingiriendo PFAS potencialmente tóxicos sin saberlo.
Según Peaslee y sus colegas, habrían elevados niveles de flúor en la mayoría de rímel a prueba de agua, lápices labiales líquidos y bases de maquillaje analizadas. Esto, a su vez, indicaría una probable presencia de PFAS, e incluso diferentes tipos de estos. Y no, no constaban en el etiquetado de los productos.
Para el estudio, los investigadores examinaron hasta 231 productos cosméticos en busca de flúor: tres de cada cuatro productos de rímel a prueba de agua, dos de cada tres bases y lápices labiales líquidos y más de la mitad de los productos cosméticos para ojos y labios contenían elevadas concentraciones de flúor.
Se seleccionaron 29 productos para un análisis más específico, detectando hasta cuatro PFAS diferentes, todos ellos tóxicos y dañinos para el medio ambiente. También se detectaron metacrilatos de fluorotelómero, lo que indicaría una descomposición de fluoropolímeros de cadena lateral, los cuales se comercializan como una "alternativa más respetuosa con el medio ambiente" que los PFAS.
Muchos de los productos cosméticos analizados, que contenían PFAS, se anunciaban como "duraderos" y "resistentes al desgaste". Sin embargo, ninguno de ellos anunciaba en sus etiquetas que contenían PFAS de ningún tipo.
Los peligros de los PFAS
Según comenta el mismo Peaslee, los usuarios de lápiz labial pueden ingerir varios kilos de este producto de forma involuntaria a lo largo de su vida, y por tanto también una cantidad muy elevada de PFAS desconocidos. El problema es que, al contrario de lo que sucede con los alimentos, los productos químicos presentes en el lápiz labial y otros productos de maquillaje no están tan regulados en países como Estados Unidos o Canadá.
A día de hoy, algunos PFAS se han asociado con diversos perjuicios para la salud humana, desde el cáncer hasta la obesidad, e incluso un peor pronóstico por COVID-19. Además, estas sustancias contaminan el agua potable.
A todo ello hay que añadir que solo una pequeña fracción de los miles de PFAS conocidos se han sometido a pruebas de toxicidad, pero todos ellos son extremadamente persistentes en el medio ambiente, o bien se descomponen en otros tipos de PFAS que a su vez son también persistentes.
Finalmente, cabe recordar que entre los productos de maquillaje no solo están aquellos usados a nivel labial, sino también cosméticos para la piel, y los PFAS también pueden absorberse mediante el contacto con la misma piel o por los conductos lagrimales. Así mismo, se sabe que los PFAS pueden llegar al agua potable, al aire o a los alimentos durante la fabricación del maquillaje, o bien cuando se retire el mismo mediante lavado con agua, la cual acaba en el desagüe.
Los investigadores señalan que los PFAS no son necesarios para fabricar maquillaje, y no deberían usarse en los mismos dado su potencial dañino para la salud humana.