El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común y agresivo en mujeres en España, seguido por el de colon y el de pulmón. A su vez, es también el cáncer más letal dentro del conjunto de esta enfermedad en nuestro país.
Dentro del conjunto de cáncer de mama, además, existen diferentes subtipos, siendo el cáncer de mama triple negativo metastásico el más agresivo de todos ellos. Es también el más complicado de tratar, dado que la terapia hormonal es inútil contra el mismo.
Ahora, un nuevo estudio clínico global en fase ser, a cargo de los investigadores del Hospital General de Massachusetts habría logrado fabricar un anticuerpo conjugado único capaz de tratar este mortífero cáncer. Su hallazgos se han publicado recientemente en el New England Journal of Medicine.
Según los investigadores, este nuevo anticuerpo conjugado o ADC, que consiste en la unión de un anticuerpo monoclonal con un fármaco, sería capaz de administrar dosis altas de un fármaco anticancerígeno con potencial para acabar con las células tumorales de forma dirigida. En los ensayos, este enfoque terapéutico ha duplicado el tiempo de supervivencia de las pacientes diagnosticadas de cáncer de mama triple negativo metastásico.
Los anticuerpos conjugados o ADC son moléculas que combinan la capacidad específica de los anticuerpos monoclonales y la potencia de los fármacos citotóxicos o anticancerígenos. El anticuerpo dirige, y el fármaco actúa.
El compuesto ADC sería el sacituzumab govitecan (SG), el cual ya fue investigado en el Hospital General de Massachusetts en la fase 1 y 2 del ensayo clínico previo. Tras compararse con el uso de quimioterapia, el SG demostró resultados superiores en comparación. Hasta el momento, la quimioterapia es el tratamiento estándar en estos casos.
En este caso, el anticuerpo monoclonal busca el antígeno o proteína, conocido como Trop-2, que se sobreexpresa en la superficie de las células tumorales o cancerosas, y administra el fármaco anticanceroso SN-38 a una dosis alta y muy concentrada, con la capacidad para destruir de forma dirigida las células cancerosas sin afectar a las células normales.
Como bien indica Aditya Bardia, MD, MPH, medico especialista en oncología en el Departamento de Oncología Médica del Mass General Cancer Center, y autor principal del estudio, durante la investigación se buscó comparar los beneficios en el uso de SG en comparación a la quimioterapia, sobre todo en términos de supervivencia sin enfermedad como tal.
Según sus resultados, SG mejoraba la supervivencia y evitaba la progresión del cáncer, siendo así una nueva esperanza en casos tan complicados y resistentes al tratamiento como es el cáncer de mama triple negativo metastásico.
Actualmente, este tipo de cáncer de mama es conocido por ser el más agresivo y el de peor pronóstico dentro del conjunto de cánceres de mama conocidos. La quimioterapia sigue siendo el tratamiento estándar, y la única opción, dado que ni la radioterapia ni los tratamientos hormonales son útiles en este caso. Sin embargo, su respuesta es escasa, y la supervivencia suele ser corta en general.
Un nuevo fármaco seguro y eficaz
El actual estudio se inició en abril de 2020, con una aprobación acelerada por parte de la FDA gracias a una base de ensayos clínicos favorables, en fase 1/2. Actualmente, en fase 3, el objetivo fue evaluar la seguridad y eficacia del anticuerpo conjugado.
Para ello, se comparó el uso del nuevo ADC con la quimioterapia en el caso de 529 pacientes diagnosticadas de cáncer de mama triple negativo metastásico, siendo estos casos de recaída o bien eran resistentes a al menos otras dos formas de terapia.
Según sus resultados, la mediana de supervivencia libre de enfermedad de las pacientes que fueron tratadas con el nuevo anticuerpo conjugado fue de 5,6 meses, muy superior a los 1,7 meses de aquellas que fueron tratadas con quimioterapia. Así mismo, la mediana de supervivencia en general fue de 12 meses en el caso del anticuerpo conjugado, en comparación a los 6.7 meses con la quimioterapia.
Por su parte, la tasa de respuesta o reducción del tamaño del tumor metastásico, fue del 35% en el caso del tratamiento con el ADC, en comparación al 5% con la quimioterapia.
Así pues, según los mismos investigadores, es probable que los anticuerpos conjugados y los fármacos asociados sean muy prometedores como forma de nuevos tratamientos combinados eficaces contra el cáncer y otras enfermedades.
Su objetivo, indican, no sería solo mejorar los síntomas y la progresión de la enfermedad en aquellos pacientes cuyos tratamientos previos han fallado, sino que los ADC lleguen a ser la primera terapia a seguir en algunos casos para no esperar a ser una segunda o tercera opción, con la pérdida de tiempo que eso conllevaría.