Algunas innovaciones no están hechas para llegar a utilizarse de forma masiva, lo que no quita para que sean más que reseñables desde el punto de vista científico. Es el caso de un test de anticuerpos -todavía en fase de prototipo- diseñado por la empresa española Ingenasa que permite detectar con una pequeña muestra de sangre si una vacuna ha sido eficaz o no.
Así lo probó en persona el director científico del Instituto de Investigación del Hospital Universitario La Paz, Eduardo López-Collazo sin saber qué resultado iba a salirle. Lo hizo para un programa de la televisión pública madrileña Telemadrid.
López-Collazo ha recibido ya las dos dosis de la vacuna de Pfizer BioNTech y debería, por tanto, estar inmunizado. Pero el fármaco tiene una eficacia del 94%, por lo que siempre hay alguna posibilidad de que el organismo no reaccione correctamente y no se desarrollen anticuerpos frente al coronavirus.
La pregunta que surge es, por lo tanto, cómo puede saberse si la vacuna ha sido eficaz. Y la respuesta es que existe un tipo de test rápido -de los que detectan anticuerpos- que lo permite. Y es, además, un producto español.
"Lo que sucede cuando uno sufre Covid-19 es que el cuerpo reacciona frente al virus y crea anticuerpos frente a él. Cuando esto ocurre de forma natural, los anticuerpos que se crean van contra el virus entero pero, con la vacuna, las cosas cambian", explica López-Collazo a EL ESPAÑOL.
Lo que se hace al desarrollar vacunas es que el cuerpo cree anticuerpos contra determinadas proteínas o pedacitos del patógeno. Y, en concreto, existe una proteína de la que se enamoraron todos los creadores de vacunas: la S o spike. "Es la que se une al receptor ACE2, que es la puerta de entrada del coronavirus", comenta el científico.
Al oír hablar de detección de anticuerpos, todo el mundo piensa en los test de anticuerpos generales, la mayoría rápidos, los que se han practicado hasta ahora -siempre, según la recomendación de Sanidad, en el contexto de estudios de epidemiología y salud pública- para saber quiénes han pasado la Covid-19, algo especialmente útil para detectar aquellos casos de la primera oleada, cuando había muy poca capacidad de hacer test.
Sin embargo, este tipo de pruebas detecta generalmente anticuerpos generales. Y no, no todos servirían para saber si un organismo vacunado ha reaccionado bien frente al fármaco y evitaría la infección. La razón: no todos detectan anticuerpos frente a la proteína S.
"La gente va a empezar a tener que aprender algo de inmunología", bromea el director científico de IdiPAZ. Lo que tiene que localizar un test para saber si una vacuna ha funcionado es precisamente los anticuerpos frente a la proteína S.
Ingenasa ha desarrollado un test específico para ello y es el que probó López-Collazo, aunque no sólo. El científico se sometió al test rápido convencional y comparó los resultados con el nuevo. El resultado: dos diferentes, uno negativo y uno positivo.
El convencional, negativo, informaba de que el investigador no había pasado la enfermedad de forma natural. Leyendo sus resultados, nadie habría podido deducir que se había vacunado o que tenía protección frente al virus. Ni rastro de la proteína S.
El segundo, el prototipo, sí lo averiguó. La doble rayita (la roja) indicaba que en esa sangre había anticuerpos frente a la proteína S, los que se encargarán de mantener a raya al virus si le da por intentar infectarlo.
Sin embargo, a pesar de este avance científico, López-Collazo tiene claro que no recomienda a las personas que se han vacunado hacerse esta prueba. "Lo importante es que nos vacunemos todos, y si alguien pertenece al porcentaje que no ha desarrollado anticuerpos, se verá protegido por la inmunidad de grupo", concluye.