Las voces que piden que se siga avanzando en la investigación del principio activo plitidepsina -bautizado como Aplidin por su fabricante, la española PharmaMar- como tratamiento frente a la Covid-19 siguen creciendo de forma exponencial. Después de que lo hiciera hace unos días Francis Collins -uno de los padres del genoma humano- la semana pasada en su cuenta de Twitter, la última edición de la revista Science publica un artículo de opinión en el que se insiste en el asunto.
Firmado por dos investigadores de la Universidad de North Carolina, el texto alaba no sólo el medicamento concreto -cuya eficacia en ratones ha resultado ser muchísimo mayor que la del aprobado remdesivir-, sino su mecanismo de acción y destaca cómo la estrategia en la que se basa -atacar una proteína que permite la replicación del virus en la célula humana- es digna de todavía más estudio.
"Una aproximación antiviral alternativa [a la de fármacos ya aprobados como el remdesivir] es dirigirse a las vías de las células del huésped que son esenciales para la replicación del virus, como las proteínas de síntesis. Los virus son completamente dependientes del huésped para su traslado y han evolucionado de diversos modos para explotar esta maquinaria para su uso", escriben Jason Wong y Blosomm Damania, los autores del artículo.
Los autores mencionan otro artículo publicado en ese mismo número de Science -aunque vio la luz online algunas semanas antes, generando el comentario positivo de Francis Collins- en el que describe cómo Aplidin se dirige a la proteína del huésped eEF1A y cómo se trata de una estrategia exitosa.
Aunque reconocen que ese mecanismo de acción podría generar dudas sobre su seguridad, también mencionan el gran punto a favor en ese sentido de Aplidin: la demostración de su seguridad en ensayos clínicos que estudiaban su eficacia frente al cáncer, el objetivo inicial del medicamento.
Además, los autores hablan de la familia de medicamentos a la que pertenece Aplidin -los inhibidores de la traslación- y de la importancia de su investigación a nivel global, no sólo con el fármaco de PharmaMar.
Así, mencionan la zotatifina, que está en ensayos clínicos como otro candidato a tratamiento intravenoso de la Covid-19 y la rapamicina, en la misma situación preclínica.
El texto termina con una reflexión no por repetida menos necesaria: el hecho de que los avances en vacunas no deben influir en que se dejen de investigar nuevos tratamientos frente a la Covid-19, tanto por la lentitud de su implantación como por la eficacia limitada de algunas de ellas.