¿Cuándo empieza una ola? Es una pregunta suficientemente filosófica como para que nuestro ministro de Sanidad se sienta a gusto. Si la ola solo se aprecia cuando está llegando a la cresta, entonces estamos condenados al retraso y la improvisación. El asunto es detectar la ola cuando se está formando, de manera que no llegue nunca a la orilla y en el fondo nadie se dé cuenta. La precaución siempre es aconsejable y bien hace el ministro en reclamarla ahora, pero la prevención es otra cosa. Prevenir una tercera ola habría sido posible antes de que se formara. Una vez formada, se puede mitigar, de acuerdo, pero poco más. Dicho todo esto, la duda obvia es: ¿se puede mitigar en diciembre lo que nos va a venir encima en enero? ¿Están determinadas comunidades autónomas ya en una tercera ola aunque su cresta no llegue a la altura de momentos pasados?

No hay respuesta fácil. Fijarse en los datos nacionales es indicativo pero solo hasta cierto punto. El crecimiento es demasiado heterogéneo dentro del propio país. Hay comunidades como Asturias, Cantabria o Castilla y León que alcanzaron el pico de la segunda ola más tarde y siguen aún en bajada. Otras, parecen haber entrado en una meseta, como Castilla y León, Andalucía, Aragón o Galicia… mientras las que más nos preocupan han dejado la meseta atrás y ya muestran un crecimiento importante.

Con tantos días festivos durante la semana pasada, el propio cálculo hace complicado. En rigor, para evitar efectos y reacciones, lo suyo sería comparar la incidencia actual con la del 3 de diciembre, último día laborable antes del puente de la Constitución… De hecho, puesto que en estos últimos 14 días ha habido varios festivos, lo normal es que la incidencia de hoy fuera más baja que la de entonces. No es así en siete comunidades autónomas, y esa es muy mala señal.

Analicemos, pues, la situación en estas siete regiones, siendo conscientes de que la cifra nacional de ahora sí que está varios puntos por debajo de la de hace dos viernes (214,1 por 231,1). De hecho, la incidencia acumulada a catorce días actual es casi idéntica a la del informe del lunes 7 de diciembre, con la gran diferencia de que entonces estábamos en plena caída y ahora vamos subiendo a buen ritmo.

Extremadura ha pasado en dos semanas de 203 casos por 100.000 habitantes a 231,6 pero ayer hubo una actualización que aún no podemos fechar, así que no sabemos hasta qué punto es reciente esa subida. Castilla La Mancha sube de 250,9 a 261,7; Comunidad Valenciana, de 232,6 a 271,7; Cataluña, de 208,5 a 234,3; Canarias, de 86,38 a 129,5 y Baleares, de 204,9 a 338,4. Con diferencia, el archipiélago mediterráneo es el que peor pinta de todo el país y su incidencia ya es la más alta de toda la serie histórica. A eso hay que añadir un crecimiento en la ocupación hospitalaria del 21% en tan solo siete días, aunque las UCI afortunadamente aún se mantengan estables.

El total de casos de los últimos 7 días es de 11.465 según el ministerio, mientras que la comunidad solo ha fechado en esos días 6.927. En los últimos 14, la diferencia es de 18.457 frente a 11.760, es decir, el ministerio tiene fechados un 56,94% más de casos recientes que el informe diario de la comunidad. De ahí que el consejero Ruiz Escudero hable de una incidencia de 209 mientras Sanidad certifica 277. No es el mejor momento para andarse con estas historias. Es la diferencia entre una meseta y una ola que se va poniendo brava.

En cualquier caso, tanto para Madrid como para el resto del país, es ahora mismo casi más importante ver la tendencia que presenta la incidencia acumulada en 7 días, en principio más voluble, menos fiable en términos de situación… pero más indicativa de cuándo está cambiando una situación epidemiológica. Aquí, de nuevo, la comparación más justa sería con la cifra de hace dos semanas porque la del pasado viernes estaba muy influida por los atrasos de los días festivos. 

Anivel nacional, nos llevamos el primer palo: 120,3 casos por 100.000 habitantes frente a los 98,56 de hace dos semanas. La subida, de nuevo, es muy heterogénea pero repiten las mismas comunidades: en Baleares prácticamente se doblan los casos semanales, y se aprecian subidas considerables en Madrid, Canarias, Comunidad Valenciana, Extremadura, Cataluña y Castilla La Mancha. Al club parecen unirse Navarra y Galicia, aunque con un crecimiento aún más ligero.

@ngbpadel2

Una vez pasado el efecto del puente y con una mayor sensación de alerta generalizada, la verdad es que no sería de extrañar que estos crecimientos se mitigaran la semana que viene… pero si la ola rompe, recordemos, romperá en enero, no ahora. Lo que está haciendo ahora es acumular agua y agua en la base y ese agua acumulada puede explotar durante los días navideños con sus sorprendentes "excepciones" en las distintas comunidades y una movilidad muy poco restringida.

Ese es el cóctel explosivo: no tanto que el crecimiento ahora sea este o el otro, sino que ese crecimiento llega justo en el peor momento, cuando el viento empieza a soplar y sube la marea. Entrar en período navideño con incidencias a 7 días por encima de 100 (y hay once comunidades que ahora mismo superan ese umbral) pinta a suicidio colectivo si de verdad se mantienen y se fomentan incluso los festejos familiares.

La ola espera con calma a que la invitemos a cenar en casa. De momento, no, no se detecta, salvo en las siete comunidades mencionadas y a un nivel de transmisión relativamente lento… pero si de verdad esperamos a sentirla para reaccionar, nos pasará por encima como un tsunami. Ya lo ha hecho dos veces, con marejadillas de por medio. Esperar complacientes a la tercera es un ejercicio de irresponsabilidad individual y social realmente sorprendente. Las medidas tendrían que haberse tomado antes, pero si van a tomarse ahora no pueden permitirse excepciones de cara a la galería.

Noticias relacionadas