La encuesta COSMO-Spain, llevada a cabo por los ministerios de Sanidad y Ciencia y el Instituto de Salud Carlos III, arroja un resultado muy preocupante respecto a un asunto vital: las circunstancias más propicias para el contagio de la Covid-19.
En dicha pregunta, se pide a las 1.033 personas participantes en esta primera ronda -la preliminar se publicó el mes pasado- que evalúen cuáles de cinco circunstancias son más proclives para ser contagiado de Covid-19.
Se trata de actividades muy comunes -o que al menos lo eran en la era prepandemia-, en concreto ir a sitios concurridos, usar el transporte público, ir a un centro sanitario, reunirse con amigos o familiares en casa y hacer la compra.
Pues bien, de los cinco grados en los que pueden calificar dichas actividades, más del 40% eligen el 1 (nada probable), el 2 y el 3 para circunstancias que sí son consideradas de riesgo, sobre todo si no se respetan las tres emes: metros de distancia, mascarillas y lavado de manos.
En concreto hablamos de las reuniones en casas particulares, trabajar fuera de casa y hacer la compra, siendo las dos primeras las más establecidas como fuentes de contagios.
Según publicó El País a finales de julio -cuando la situación era mucho mejor que la actual-, el 40% de los nuevos brotes de coronavirus tienen su origen en reuniones familiares. En aquella época más o menos fue cuando se llevó a cabo la encuesta estatal. Un 2,5% de los encuestados consideraban que era "nada probable" contagiarse de Covid en una reunión familiar, mientra que el 11,7% lo calificaba de riesgo 2 y el 35% como de riesgo nivel 3, el intermedio de la lista. Sólo el 50,8% de los encuestados pensaba que era una actividad donde contagiarse era probable o muy probable.
Otros resultados
Éste es el resultado más preocupante de la encuesta de percepción, aunque hay datos que podrían ser mejores.
Sucede, por ejemplo, con la preocupación de la población respecto a la pandemia: aunque sigue siendo elevada -un 64% dice que el coronavirus le preocupa "mucho o muchísimo", todavía hay un 11% a quien le preocupa "un poco o nada" la situación sociosanitaria más grave vivida en el último siglo.
Con respecto a sus principales inquietudes con respecto a la Covid eran perder a un ser querido, las personas que no utilizaban mascarilla, la posible santuración de los servicios sanitarios y un nuevo confinamiento.
En general, la percepción del riesgo frente al virus y la enfermedad sigue siendo alta. Un 42% de los encuestados cree que lo peor de la pandemia está por venir; un 23% considera que ya se está viviendo lo peor y un 21% cree que es "difícil o muy difícil" poder evitar la infección.
Mascarillas y vacunas
También existe otro dato que demuestra que bastantes españoles suspenderían en un test de prevención de la Covid. Es el referido al uso de las mascarillas. Aunque el 94% piensa que sirve para evitar contagiar a los demás, lo que es correcto si hablamos de las mascarillas recomendadas para la población general, las higíenicas o las quirúrgicas, un 70% señala su utilidad para protegerse de ser infectado, algo que no aplica a estos modelos de mascarillas.
Con respecto a la vacuna, y a pesar de Miguel Bosé, el 70% de los españoles se vacunaría frente al coronavirus Sars CoV-2, si los fármacos en desarrollo estuvieran disponibles y su administración fuera indicada por las autoridades sanitarias.
Más del 75% de los encuestados considera fácil o muy fácil encontrar información sobre los síntomas y las restricciones, y averiguar qué debe hacer si cree que está contagiado, pero tiene más dificultades para decidir si debe ir al médico por un problema no relacionado con el coronavirus o para determinar si la información que dan los medios de comunicación es fiable.
Telediarios, prensa (en papel y online) y ruedas de prensa oficiales son las fuentes de información más consultadas por la población, mientras que la información procedente de los profesionales sanitarios, la OMS y el Ministerio de Sanidad son las más fiables y las redes sociales, las que menos.
En orden de confianza, los encuestados confían en primer lugar en los científicos, seguidos de hospitales, centros de salud, Ministerio de Sanidad y comunidades autónomas.