El decreto del estado de alarma por parte del Gobierno español el pasado 14 de marzo, como resultado de la pandemia mundial provocada por el COVID-19, puso de manifiesto la rapidez en la gestión de un amplio sector de nuestro país. En especial el sanitario, que en los últimos meses ha visto como toda su estructura se reconducía, asentaba y afianzaba su compromiso social. Todo este entramado ha sentado las bases de lo que, se estima, será el nuevo comportamiento social y sanitario.
En este escenario Sanitas fue una de las primeras compañías en poner al servicio de sus clientes todo un abanico de opciones médicas que permitiesen y garantizasen su seguridad y salud.
Entre las primeras medidas aplicadas, ya con anterioridad al estado de emergencia, Sanitas había incrementado las normas de higiene personal y de gestión de visitantes en sus centros, ya que prohibió las visitas a residencias de mayores desde una semana antes del decreto. Además, entre las iniciativas empleadas, se puso en marcha un exitoso protocolo para la realización de test PCR a aquellos residentes con sintomatología compatible con el COVID-19, lo que favoreció un mayor control de los ancianos y, por tanto, de la propia pandemia en los centros.
Aumento de personal en residencias
Pero esta no ha sido la única medida aplicada, puesto que el aumento de la plantilla es otra de las principales necesidades a las que se ha dado respuesta a lo largo de esta crisis. Así, Sanitas ha contratado a más de 1.000 personas en estas residencias para dar apoyo en la gestión, a la vez que ha reforzado las labores de los equipos de limpieza con la realización de desinfecciones extraordinarias, que se unieron a las realizadas por la UME en las semanas de confinamiento.
Pero el éxito en la gestión ha dependido también de la implantación de medidas adicionales en los hospitales del grupo. Así, en centros como los Hospitales Universitarios Sanitas La Zarzuela y La Moraleja de Madrid, instaló sendos hospitales de campaña que, junto a la adecuación de quirófanos y salas de reanimación, y a través de la contratación de más profesionales asistenciales entre médicos, enfermeros o auxiliares, entre otros, lograron ampliar la capacidad de estos centros con el objetivo de dar soporte y la atención de la máxima calidad.
Desde que estallara la crisis, Sanitas ha logrado, gracias a esta inversión y esfuerzo realizado, asistir a más de 4.100 personas en servicios de urgencias y dar asistencia hospitalaria a también más de 4.100 personas, entre las cuales se encuentran pacientes derivados de centros públicos del sistema nacional de salud, lo que pone de manifiesto el compromiso que la red sanitaria privada tiene con el conjunto de la sociedad.
Transformación digital
Junto a la puesta en marcha de estas medidas sanitarias y preventivas, Sanitas ha continuado con su plan de transformación, que pretende acercar la salud digital a todos sus pacientes. Así, una de las principales actividades ha sido la implantación de la videoconsulta a nivel general, de manera totalmente gratuita para todos.
Se trata de un servicio que la compañía ofrecía ya desde 2016, pero que, debido a la necesidad de mantener el distanciamiento social y físico y, con el fin de reducir los desplazamientos a los centros y, por tanto, los contagios, se ha implantado de manera generalizada. Así en la actualidad más de 2.800 médicos de todas las especialidades ya hacen sus consultas a través de esta modalidad digital. Y es que la videoconsulta ha experimentado un crecimiento exponencial, con más de 5.000 diarias, mientras que antes de la crisis eran unas 300. Solo entre los meses de marzo y mayo se realizaron más de 180.000 videoconsultas, lo que demuestra la adecuación no solo de los profesionales, sino también de los pacientes que han sabido aprovechar las nuevas tecnologías para mantener sus tratamientos.
En las residencias de mayores la digitalización también ha llegado para quedarse, puesto que se ha comprobado la eficacia de las videollamadas en las residencias como medida para mantener los vínculos familiares, y disminuir la ansiedad provocada por el distanciamiento físico. Así mismo, la app de familias, empleada por Sanitas desde hace varios años, ha garantizado una mejor comunicación con los familiares de los residentes, al mantener en todo momento el contacto, con información y apoyo.
Todas estas son medidas que, unidas al compromiso que Sanitas mantiene con sus clientes, han ayudado a complementar la calidad asistencial de todos sus servicios, y ha sentado a su vez las bases para la puesta en marcha de un nuevo modelo sanitario, más comprometido, más innovador y, como consecuencia, más eficaz.