Estos últimos meses, gran parte de la actividad en los hospitales se ha centrado en la atención a pacientes de coronavirus. Se han reducido así las consultas, pruebas o cirugías del resto de patologías con el objetivo de evitar la saturación en los hospitales, aunque el temor al contagio también ha sido relevante a la hora de que muchas personas hayan decidido no acudir a sus visitas programadas e incluso a urgencias.
No obstante, esta decisión puede acarrear problemas de salud a largo plazo, ya que existen muchas patologías graves, como los infartos o ictus, en los que cada segundo cuenta y cuyo abordaje no debería esperar. Es por ello que desde los centros sanitarios se ha trabajado para que las personas pierdan ese miedo y conozcan algunos de los síntomas que podrían tener consecuencias irreversibles si se pasan por alto.
- El dolor intenso en el pecho es uno de los síntomas más frecuentes de infarto.
- Existen síntomas neurológicos como una súbita parálisis facial o problemas en el habla que pueden advertirnos de un ictus.
- Si se experimentan fuertes dolores de cabeza que no ceden con analgésicos.
- Los dolores abdominales, acompañados de vómitos o fiebre, pueden indicar alguna patología digestiva grave.
- Acudir a urgencias también es lo más recomendables para las personas mayores que hayan sufrido algún tipo de traumatismo o caída.
Actuar con rapidez ante ictus o infartos
Las enfermedades cardio y cerebrovasculares suponen la primera causa de muerte en el mundo, también en España. Ha sido una de las principales preocupaciones de los profesionales sanitarios estos meses, ya que se ha advertido una significativa disminución en los pacientes que acudían a urgencias por este tipo de patologías, como un ictus o un infarto.
En este tipo de emergencia, es fundamental actuar con rapidez. Sin embargo, “durante el periodo de confinamiento hemos visto reducido el número de consultas a urgencias de pacientes con ictus en aproximadamente un 30% y, en muchas ocasiones, los pacientes han llegado a los hospitales más tarde”, explica el doctor Jaime González-Valcárcel, coordinador de la Unidad Territorial de Ictus de Quirónsalud en Madrid.
En el caso de las cardiopatías también se han dado condiciones similares. “Hemos recibido pacientes que han sufrido una angina de pecho en su domicilio, derivando en un infarto de miocardio, y han llegado a urgencias con daños que ya eran irreversibles”, cuenta el doctor Juan Antonio Márquez Vácaro, jefe del Servicio Urgencias y de la Unidad de Cuidados Intensivos de Quirónsalud Sagrado Corazón.
Los accidentes vasculares pueden dejar graves secuelas si no se tratan en las primeras horas, de modo que los especialistas inciden en que debemos saber reconocer los síntomas. Las patologías cardíacas suelen presentarse con dolor torácico, sensación de falta de aire o pérdida momentánea de consciencia. Mientras que en un caso de ictus los síntomas más visibles son la dificultad en el habla y la parálisis de algunas zonas del cuerpo, como la cara o las extremidades.
Estricta seguridad para las pacientes embarazadas
Todas las especialidades médicas han disminuido o espaciado las visitas, implementando las consultas por videollamada, por ejemplo. Aun así, en el área de ginecología “la mayoría de ocasiones la paciente va a necesitar una exploración ginecológica, por lo que la consulta presencial es vital para mantener calidad de asistencia”, asegura el doctor Fernando Colmenarejo, jefe de servicio de ginecología del Hospital Quirónsalud de Zaragoza.
Se trata de uno de los servicios en los cuales se ha intentado mantener la mayor normalidad posible para atender todas las urgencias, no retrasar procesos de diagnóstico de sospecha oncológica y continuar con el seguimiento de pacientes embarazadas. En estos casos, por el fuerte componente emocional, señala Colmenarejo, por lo general se ha permitido un acompañante en las pruebas y la comunicación de resultados. Aunque en pacientes confirmadas de infección aguda por Covid-19 “se informa de la necesidad de no tener acompañante alguno mientras dure todo el proceso del parto e ingreso”.
Salvo casos como estos, todo este tiempo se ha tratado proporcionar calma a las pacientes que debían acudir al hospital regularmente ya que, como cuenta el ginecólogo, “la pandemia no es especialmente agresiva con las gestantes y los datos actuales sobre la transmisión vertical de la infección nos tranquilizan sobradamente”.
En pediatría, menos urgencias y consultas
En el área de pediatría también se ha observado una disminución significativa de las consultas y urgencias, pese a que el virus no ha afectado en gran proporción a los más pequeños. El pediatra Andrés Osuna Vera, del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, explica que, en nuestro país, los niños representan “el 1% del total de contagios, de los cuales solo el 0,6% han precisado ser ingresados y hasta ahora no se han reportado muertes asociadas a coronavirus”.
Aun así, los profesionales han advertido con preocupación la reducción de la asistencia a los hospitales, especialmente en los casos de urgencias o consultas de control, ya que de éstas depende un seguimiento efectivo del crecimiento, imprescindible para el diagnóstico temprano de posibles patologías. Asimismo, señala el coordinador de Consultas Externas del Servicio de Pediatría de dicho hospital sevillano, el doctor Pedro de León Molinari, la Asociación Española de Pediatría (AEP) también ha llamado la atención sobre la caída dramática de la cobertura por vacunas por la disminución en la asistencia a los servicios de inmunización en la red de Atención Primaria.
Más allá de estas consultas que los pediatras piden no descuidar, los padres deben estar alerta ante síntomas como dolor abdominal, vómitos o diarrea, fiebre, ojos rojos y erupciones en la piel y acudir a urgencias lo antes posible, resalta Rafael Espino Aguilar, jefe del servicio de pediatría del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa. En este centro, por ejemplo, para evitar los riesgos de contagio, se han diseñado circuitos diferenciados de urgencias para pacientes adultos y pediátricos.
Protección certificada
Los centros hospitalarios del Grupo Quirónsalud están adoptando las medidas necesarias para proporcionar un entorno seguro tanto para los pacientes como los sanitarios. Con las nuevas normas también se busca eliminar el temor de muchas personas a acudir a sus consultas o pruebas y especialmente en situaciones de emergencia.
La seguridad en los hospitales ha obligado a que se establezcan circuitos diferenciados para distintos tipos de pacientes, a fin de evitar cualquier contagio por coronavirus en el centro, y también a implantar protocolos más estrictos de limpieza y desinfección. Entre otras medidas, es obligatorio el uso de mascarillas en el interior de los hospitales y se ha puesto a disposición de los pacientes solución hidroalcohólica en todas las estancias.
Prueba de las garantías de higiene y seguridad implementadas, los hospitales del grupo han obtenido la certificación de Protocolo Seguro Covid emitida por Applus+ o AENOR, tras comprobar que son espacios protegidos, controlados y alineados con los estándares más exigentes frente a la pandemia causada por el coronavirus. En ese sentido, dichas acreditaciones han evaluado por un lado la gestión de la crisis durante las semanas de mayor incidencia de la enfermedad, así como las medidas puestas en marcha a la hora de retomar de forma paulatina el resto de actividad asistencial. Y en concreto, han valorado positivamente tanto el desarrollo como la puesta en marcha de forma satisfactoria de todas las medidas técnicas, higiénicas, organizativas, de control del personal laboral y de control de sus instalaciones.