Al igual que está ocurriendo en España, Estados Unidos ha ido modificando su postura sobre el uso generalizado de la mascarilla cuando no se presentan síntomas de sufrir COVID-19: de insistir en que no es necesario y que este material debe reservarse para el personal sanitario, a inclinarse por el criterio imperante en las sociedades asiáticas de que toda población, sintomática o no, debe llevarlas.
El problema en EEUU es sin embargo el mismo al que se enfrenta nuestro país: no hay suficiente inventario de mascarillas a la venta para el público generalista, y la prioridad es que lleguen a los centros hospitalarios. Sin embargo, el jefe médico del Ejército de EEUU, el vicealmirante Jerome Adams, ha compartido a instancias del Centro de Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) un vídeo con el que fabricar una mascarilla casera, sencilla, rápida y efectiva.
La máscara de tela se puede fabricar a partir de una camiseta, una bufanda vieja, una toalla de mano o un pañuelo, y su uso se recomienda para las personas que acudan a un lugar público en el que no vayan a poder respetar una distancia de seguridad que EEUU establece ahora en seis pies, es decir, más de un metro ochenta.
La operación consiste en extender la tela sobre una superficie. Doblamos primero desde el extremo inferior hasta la mitad, y repetimos con el extremo superior para cubrir la otra mitad. A continuación doblamos una vez más cada una de estas mitades sobre sí mismas, con lo que la tela está enrollada en ambos lados en forma de pergamino.
Cogemos dos gomas elásticas, y las introducimos por el lado izquierdo y derecho de la tela enrollada, como si estuviésemos atando servilletas. Ahora doblamos esos dos extremos sobre la goma, y ya está: podemos colocar la mascarilla casera asiéndola con las gomas por detrás de nuestra cabeza, prestando atención a que nos cubra desde la nariz a la barbilla.
¿Mascarilla casera o no?
¿Es indispensable llevar una mascarilla, aunque sea hecha en casa, cuando salgamos por ejemplo a hacer la compra? "No garantizamos al 100% la eficacia de una mascarilla casera frente al virus. Sin embargo, sí son una barrera ya que los virus se pueden encontrar en aerosoles y en gotitas de saliva", explicaba Beatriz Novoa, investigadora del CSIC, a la agencia Sinc.
Los profesionales sanitarios, sin embargo, advierten contra el efecto de "falsa seguridad" que pueden imprimir estos remedios caseros. "Si la usamos mal, pensando que es para no contagiarnos, la tocamos con las manos y tocamos algo (da igual con guantes o sin ellos) y somos un positivo asintomático, estamos poniendo en riesgo a la población", explicaba a EL ESPAÑOL Gemma del Caño, farmacéutica, especialista en seguridad alimentaria y divulgadora.
"Sé que es más sencillo decir 'ponte una mascarilla aunque haga poco', pero no debemos dar un mensaje tan simplista porque las medidas son muchas y hay que seguirlas a rajatabla", resaltaba la especialista. Lo principal, por tanto, sigue pasando por mantener las distancias de seguridad, toser en el codo, usar guantes en el supermercado (y retirlarlos con precaución, sin tocar su parte externa con los dedos) y lavarnos las manos en profundidad.