El potasio es un electrolito indispensable en el cuerpo. Está implicado en varias funciones vitales del organismo. Sin embargo, existe una acción o función que puede no ser tan conocida y es la que tiene que ver con la salud cardiovascular. Los niveles de potasio en sangre deben permanecer dentro de unos niveles determinados para el buen funcionamiento del corazón, y es que el potasio es el responsable del mantenimiento de la frecuencia cardiaca.
Según informa la Fundación Española del Corazón (FEC), el funcionamiento de los músculos, incluido el corazón, depende de la concentración de potasio que haya en nuestro cuerpo. Por eso, "cualquier alteración puede dar lugar a complicaciones graves como cambios en el ritmo del corazón".
Cuando nuestro cuerpo no regula de forma natural el potasio es posible que pueda aparecer hiperpotasemia (altos niveles de potasio en sangre). Esto es así cuando existe una concentración de potasio en sangre por encima de 5 mEq/L. Por otro lado, se considera hipopotasemia (bajos niveles de potasio en sangre) cuando los niveles de potasio están por debajo de 3,5 mEq/L.
"El potasio actúa en la célula del miocardio, y es imprescindible que haya unos valores normales para que las células se contraigan y funcione el corazón", explica a EL ESPAÑOL Petra Sanz, miembro del Consejo de Expertos de la FEC. Cuando hay un aumento en los niveles de potasio o cuando está muy bajo puede haber problemas de arritmias graves.
"A veces el corazón se puede quedar demasiado lento y provocar un bloqueo del corazón, o bien puede provocar otro tipo de arritmias graves que se llaman taquicardias ventriculares que es cuando el ritmo del corazón normal deja de existir y se pone a latir muy deprisa", expone la experta. Lo más frecuente es la hiperpotasemia que es además una situación más grave. La hipopotasemia no es tan frecuente y es además una situación más leve y fácil de corregir.
El potasio se expulsa de forma natural a través del organismo: el 90% se hace a través de la orina, por el riñón y en un 10% se elimina por el intestino, por lo que, también por este motivo, es importante y conveniente evitar el estreñimiento.
Las personas con problemas de disfunción renal e insuficiencia cardiaca tienen más probabilidad de sufrir hiperpotasemia. Es por ello que deben controlar sus niveles de potasio con análisis de sangre periódicos. "El 15% de la población tiene disfunción renal y estos pacientes tienen mayor riesgo de padecer hiperpotasemia", informaba la FEC. También, la hiperpotasemia es común cuando el paciente tiene insuficiencia cardiaca. Entre el 4-8% de los personas con insuficiencia cardiaca tienen hiperpotasemia.
Según cuenta Sanz, "la hiperpotasemia es algo que se ve con frecuencia en estos pacientes por la medicación que toman. Por ello, los médicos debemos tener especial precaución con la medicación que pautamos, si por ejemplo el paciente tiene una insuficiencia renal". Es decir, "la hiperpotasemia la vemos en pacientes con insuficiencia renal o en pacientes que toman fármacos que ahorran potasio, como el caso de los diuréticos. Es muy raro ver una hiperpotasemia o una hipotasemia en una persona con una función renal normal y que no toma esa medicación. Una persona sana y con el riñón normal, aunque tome muchos plátanos no va a tener un problema de hiperpotasemia".
Dieta para controlar el potasio
La Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta de potasio en adultos de menos de 3510 mg/día y menos de 5 gramos de sal diarios. Es importante, por tanto, consumir las cantidades recomendadas para el buen funcionamiento de nuestra salud.
Las principales fuentes de potasio, según la FEC son: frutas (naranjas, uvas, moras, plátanos, kiwis, aguacates, nectarinas, mangos, papayas, ciruelas o granadas); vegetales (coles de Bruselas, zanahorias, patatas, espinacas, calabazas, tomates, judías) y legumbres. También yogures, quesos, frutos secos y semillas.
En las personas con hipopotasemia es más fácil corregir los niveles de potasio. A veces basta con "tomar un plátano al día para controlar los niveles de potasio", seña Sanz. Por su parte, "las personas con hiperpotasemia o con tendencia a padecerla, es importante que restringan los alimentos que tienen mucho potasio".
También existen fármacos para corregir la hiperpotasemia (que les recetará su especialista) pero también pueden aplicar una serie de medidas dietéticas. Por ejemplo, el potasio se disuelve con agua por lo que es importante que los pacientes con hiperpotasemia pongan en remojo los alimentos que se pueden poner en agua la noche anterior como por ejemplo las legumbres.
Según la FEC, manteniendo en agua las legumbres, las verduras y las hortalizas podemos eliminar hasta el 75% del potasio. También es aconsejable cambiar el agua de la cocción y no aprovecharla para otras preparaciones. Por último, las personas con insuficiencia renal es importante que toman mucha agua.