Lucas, un recién nacido de Nueva Jersey (EEUU) es el cuarto hijo de María Santa María, madre de otras tres niñas. Teóricamente, y según la estadística médica actual, el recién nacido no debería haber sobrevivido a su embarazo, ni mucho menos tras el parto. Sin embargo, Lucas es el primer recién nacido que ha superado una intervención quirúrgica por exencefalia.
Según se hace eco el medio norteamericano CNN, el bebé fue diagnosticado de esta rara condición a las diez semanas de embarazo. Se trata de una afección neurológica potencialmente letal, donde una malformación craneal deja expuesta una parte del cerebro hacia el exterior, concretamente hacia el ambiente intrauterino, causando daños físicos y mentales al neonato.
Generalmente se suele recomendar el aborto, dado que los bebés suelen fallecer incluso si superan el parto. Sin embargo, María Santa María decidió no abortar.
El primer bebé que supera una cirugía por exencefalia
Los recién nacidos que sufren exencefalia, y logran superar el parto, no sobreviven más que unas pocas horas. Sin embargo, el caso de Lucas ya es único en la literatura médica, tras sobrevivir más de un día. Su madre había preparado a sus otras tres hijas para el potencial desenlace fatal, pero quiso intentar el parto.
En este caso, el pequeño recién nacido fue sometido a una intervención quirúrgica de urgencia. Inicialmente se le extirparon la mitad de sus ganglios basales cerebrales, una parte del cerebro responsable del movimiento, que no se formaron correctamente durante el embarazo dada su rara condición médica. Sin embargo, existe la posibilidad de que la otra mitad de estos ganglios logren hacerse cargo de las funciones de la parte extirpada, gracias a la potente neuroplasticidad que caracteriza a los niños pequeños.
Posteriormente, intentó cerrar la parte del cráneo malformada, impidiendo que el cerebro de Lucas quede expuesto. Aún así, requerirá reintervenciones de forma periódica, a medida que sus huesos craneales crezcan. Actualmente Lucas ya ha sobrevivido siete meses, desafiando la estadística médica. Aún así, sus médicos no saben cuánto tiempo más sobrevivirá, ni cuál será su calidad de vida a largo plazo, dado el complicado parto acaecido.
Actualmente los defectos del tubo neural, como es el caso de la mencionada exencefalia, son la tercera malformación congénita de EEUU. Dicha enfermedad rara se suele caracterizar por una base craneal y unos rasgos faciales conservados, pero con globos oculares abultados y tejido cerebral externo que sobresale por las zonas donde no existe hueso craneal.
Se desconoce la causa exacta por la que se produce esta enfermedad, dada su rareza: solo aparece en 3 de cada 10.000 embarazos, siendo además una enfermedad precursora de la anencefalia, donde literalmente desaparecen partes del cerebro o del cráneo de los recién nacidos.
Se sabe que la exencefalia causa destrucción cerebral, dado que el cerebro del futuro neonato se expone al líquido amniótico, al cual se excretan los desechos fetales. Además, se producen traumatismos repetitivos sobre las zonas del cerebro expuestas, pudiendo destruir el cerebro a las ocho semanas de embarazo. La mayoría de los bebés diagnosticados con esta rara enfermedad no sobreviven al embarazo, y el anterior caso conocido que más tiempo llegó a sobrevivir antes de Lucas data del año 2009, donde el recién nacido murió tras el paso de tres horas.