Un pabellón de cinco celdas en la que será el único recluso, con patio, comedor y sala de vis a vis para su uso personal. Cocina, baño, un pequeño gimnasio e incluso televisión si -como es de prever- tiene los medios para pagarla. Iñaki Urdangarin podrá habilitar si lo desea, como hizo su predecesor Luis Roldán, un habitáculo como despacho. Y no tendrá que sufrir "el frío de Ávila" del que se quejaba el exdirector de la Guardia Civil, porque la cárcel de Brieva ha renovado su calefacción y aislamiento.
Las condiciones en las que cumplirá condena el esposo de la infanta Cristina han indignado a muchos: "Hay españoles honrados que viven peor" - era una queja frecuente en las redes sociales, junto con las acusaciones, recogidas por varios partidos políticos, de que Urdangarin ha sido objeto de trato de favor. Pero en realidad se trata de todo lo contrario, según explica a EL ESPAÑOL José Carlos Fuertes Rocañín, médico psiquiatra y experto en psiquiatría forense.
"Se trata de una situación excepcional en la que la seguridad prima" - explica el especialista aragonés. El estátus de yerno del rey de España coloca a Urdangarin en una situación de riesgo permanente entre la población reclusa, del mismo modo en el que lo estuvo Roldán, directamente responsable de encarcelar a gran número de los que serían sus compañeros de celda. "Un preso podría agredirle para anotarse un tanto, o por padecer un trastorno de psicopatía".
Las comodidades descritas no responden a ningún privilegio cuando el preso está en situación de aislamiento, subraya Fuertes. "Es un castigo añadido". El ex Duque de Palma ha ingresado en prisión con un tratamiento antidepresivo prescrito, según medios. "Se trata de un elemento preventivo para ayudarle a sobrellevar el estrés de los primeros días" - señala el psiquiatra. "Se recetan inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, de uso común".
A Urdangarin le queda por delante un proceso psicológico que se desarrollará en cinco fases. "Empezará por la negación y la tristeza. Después, sufrirá ira y la agresividad hacia sí mismo. A continuación sobrevendrá la depresión, pero si es capaz pasar a la superación terminará en fase de resiliencia, aceptando que se trata de una etapa de su vida que debe superar para seguir adelante". La asistencia psicológica será fundamental en este camino aunque Fuertes advierte de que se trata de una de las principales carencias del sistema penitenciario en España.
"La terapia es muy escasa. Casi ninguna de las priosiones tiene psiquiatras en plantilla, quienes tienen que responder son médicos generalistas o de familia" - explica. Eso, teniendo en cuenta que el 70% de la población carcelaria sufre problemas psiquiátricos, previos al ingreso o adquiridos por el consumo de drogas. Sin embargo, apunta el experto, nada impediría que Urdangarin recibiese atención psicológica privada adicional si se solicita por los cauces reglamentarios.
Para sobrellevar el estrés y la melancolía cuando sus únicas interacciones humanas sean con los funcionarios que le lleven la comida, el doctor Fuertes le recomienda que mantenga sus hábitos deportivos: "La práctica del ejercicio con regularidad libera betaendorfinas, un relajante natural que calma la ansiedad". También, el mantener la mente ocupada con la lectura o incluso la escritura, siguiendo el ejemplo del diario que Roldán escribió en el mismo lugar. "Puede servir como catársis, una abreacción de la tensión interior, aunque también puede enconar los pensamientos negativos".
Uno de los consejos más llamativos que ofrecía Luis Roldán a Iñaki Urdangarin en un artículo de El Mundo era el de encontrar la fe y dedicarse a la oración. "Tiene un efecto relativo en función de las creencias del individuo" - concurre el psiquiatra. "El mecanismo de pecado, expiación y redención es muy efectivo para rehabilitar al preso. Porque en eso consiste la condena, en ofrecer la rehabilitación, así lo establece la Constitución". La vulnerabilidad psicológica del yerno del Rey debe poner el acento en una problemática mayor, considera el experto: "La psicoterapia debería ser para todos los presos. Sin ella, la recuperación será menor".