Aunque un estudio publicado en PNAS en 2013 reveló que, a pesar de las frases reconfortantes con las que se trata de tranquilizar a los varones, el tamaño sí que importa, un pene excesivamente grande no es ninguna bendición para quien lo tiene.
Un claro ejemplo de ello es el de Roberto Esquivel Cabrera, un mexicano de 54 años que presume orgulloso de tener entre sus piernas un miembro de 48 centímetros, a pesar de sufrir como consecuencia continuos efectos adversos, como infecciones de orina y dificultad para desarrollar su día a día, hasta el punto de verse forzado a registrarse como discapacitado.
Ni siquiera puede mantener relaciones sexuales, pero nada de eso parece importarle, pues todo es compensado por ostentar el récord del pene más grande del mundo, pendiente de confirmación por parte del Guinness. Eso sí, parece tener detrás un doloroso truco oculto. En busca del secreto de Roberto, la agencia Barcroft TV se dirigió a México para entrevistarlo y conocer sus circunstancias.
El secreto del pene más grande del mundo
El primer hecho que llama la atención son las vendas que cubren el pene del hombre. Según él le sirven para evitar roces, pero muchos piensan que ocultan algo más. Y parece ser que sí, ya que según el doctor Jesús Pablo Gilmore, que examinó su miembro a través de una tomografía computerizada, la mayoría de esos 48 centímetros están compuestos por prepucio, vasos sanguíneos y piel inflamada. De hecho, el pene en sí no parece alcanzar más de 18 centímetros, una cifra por encima de la media, pero muy por debajo de la exuberante longitud de la que se enorgullece.
Además, a día de hoy lo niega, pero un psiquiatra afirma que Cabrera le contó que cuando era más joven se colocó pesas colgando de su prepucio para que aumentara de tamaño. Pero el seguimiento del caso no queda ahí, pues los responsables del reportaje también descubrieron que el hombre fue deportado de los Estados Unidos en los años 90 por, entre otras razones, exhibirse delante de niñas menores de edad.
Sin duda para él el tamaño sí que importa, pero su esfuerzo por aumentar lo que le había tocado por naturaleza podría valerle, además de problemas de salud, la pérdida del récord ante su anterior dueño. Se trata de Jonah Falcon, un actor y escritor estadounidense cuyo miembro mide la friolera de 34 centímetros y que reclama la descalificación de Roberto porque en su caso no hay trampa ni cartón.
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