A escasas semanas de la llegada del verano, muchas personas ya han dado por inaugurada la temporada de playas y piscinas, aunque en demasiados casos lo hacen sin utilizar correctamente la protección solar o, lo que es peor, prescindiendo totalmente de ella.
Como resultado, finalmente acaban apareciendo lunares y manchas sospechosas, que no siempre tienen por qué revertir un motivo de preocupación, aunque en muchos casos sí que pueden ser el primer paso a un cáncer de piel cuyo desenlace dependerá de la rapidez del diagnóstico.
Por eso, es muy importante revisar la piel en busca de estas señales, que pueden alertar de su peligro en un primer análisis gracias a la regla ABCDE.
A: Asimetría
Si las dos mitades del lunar se ven muy distintas, mostrando una clara asimetría entre ellas, podría ser una mancha maligna, por lo que será necesario acudir a un dermatólogo que lo compruebe.
B: Bordes irregulares
Otra señal a la que es necesario prestar atención es la morfología de los bordes, ya que los lunares causados por el cáncer de piel pueden tenerlos muy irregulares.
C: Color
Los lunares muy oscuros o rojizos deben ser también revisados por un especialista
D: Diámetro
Aunque muchos lunares peligrosos tienen un tamaño reducido, por lo general suelen tener un diámetro por encima de los 6 milímetros.
E: Evolución
Es recomendable también comprobar cómo evolucionan los lunares que puedan revertir algún tipo de sospecha. Puede hacerse de muchos modos, aunque los especialistas recomiendan un análisis mensual, a ser posible con ayuda de otra persona, que compruebe los de la parte trasera del cuerpo, ya que en muchas ocasiones los lunares malignos se encuentran en la zona de la espalda.
Un correcto análisis de cada una de estas premisas puede aumentar notablemente las posibilidades de supervivencia; ya que, si bien el melanoma es un tipo de tumor muy agresivo, si se diagnostica con premura la eficacia del tratamiento es muy elevada.
Para ello existen también algunas aplicaciones móviles, aunque los dermatólogos alertan de que no pueden tener el mismo índice de acierto que un especialista, entre otras cosas porque la confirmación del diagnóstico debe hacerse con ayuda de una biopsia y, de momento, no hay ningún móvil que la realice.
Sea como sea, la mejor forma de evitar verse en esa tesitura es utilizar correctamente la protección solar. Y es que el verano, la playa y la piscina están para disfrutarlas, pero siempre con cabeza.