Casi todos los alérgicos han acabado tomando corticoides tras sufrir un ataque agudo de urticaria. En España es especialmente conocida la metilprednisolona -cuyo nombre comercial, Urbasón, es visto como un salvavidas por muchos pacientes-, pero no es el único. La prescripción de este tipo de fármacos ante las erupciones que aparecen de forma recurrente o esporádica es habitual pero, según demuestra un nuevo estudio, podría ser inútil.
El trabajo, publicado en la revista Annals of Emergency Medicine, compara la eficacia de un antihistamínico de segunda generación -la levocetirizina- con la combinación de este fármaco y un esteroide -la prednisona-. El objetivo del tratamiento es reducir la puntuación es un índice que mide el picor de la erupción causada por la urticaria.
Los investigadores -del Centro Hospitalario Universitario de Toulouse, en Francia- escogieron a 100 pacientes con este molesto síntoma. A todos ellos se le asignó un tratamiento de cinco días con el antihistamínico pero se les dio además un segundo fármaco: a la mitad, un comprimido del corticoide durante cuatro días y, al resto, un placebo de aspecto similar.
A los dos días de iniciar el tratamiento, se midieron sus niveles de picor. Mientras que el 76% de los del grupo placebo consiguieron una puntuación de 0 en el test del picor, la cifra disminuyó al 62% en los que habían tomado los dos medicamentos. "La prednisona es un gran medicamento para ciertos problemas, pero no es mejor que el tratamiento con antihistamínicos para los pacientes con picor por urticaria", explica la autora principal del trabajo, Caroline Barniol.
La experta añade que muchos médicos todavía creen que los corticoides son el tratamiento más eficaz para un alivio rápido de los síntomas y que es una idea que contradice su estudio, concluye.