Un poco de ejercicio físico diario controlará su salud, ya lo sabe, pero un nuevo estudio ha revelado un dato que quizá le anime más a salir: en un día, una sola hora caminando o andando en bici compensará ocho horas de permanecer sentado, y eliminará el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca, diabetes o cáncer vinculado con la inactividad física.

La revista británica The Lancet inició en 2012, con motivo de los Juegos Olímpicos de Londres, una serie de estudios sobre la inactividad física en relación con el riesgo de muerte, así como los gastos que acarrea en diversos países.

Un hombre corriendo Niek Verlaan

El primer estudio, "El tiempo de inactividad, la actividad física y el riesgo de muerte", estuvo basado en los datos de un millón de adultos de Estados Unidos, Europa Occidental y Australia. Así, en cuanto a cómo afecta la inactividad física, la principal conclusión a la que llegaron los investigadores es que la actividad moderada durante 60-75 minutos al día (concretamente caminar a 5,6 km/h o andar en bici a 16km/h) elimina los perjuicios derivados de estar sentado muchas horas al día. Pero curiosamente, esta relación pierde su validez  si dichas horas de sedentarismo se pasan viendo la televisión.

Alicia Martín, presidenta del Colegio Oficial de Licenciados de E.F. y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (COPLEF), coincide con esta medida: "Según la OMS, el mínimo recomendado son 30 minutos diarios, pero nuestra postura es que lo ideal son 60", cuenta Martín a EL ESPAÑOL. Igualmente subraya la importancia de aumentar las horas de educación física en colegios e institutos, que actualmente es de dos horas a la semana. Con la campaña #EF1hDiaria persiguen que las administraciones se comprometan a que los escolares hagan ejercicio 60 minutos al día.

Algunos gobiernos empiezar a seguir esa dirección: la Asamblea de Madrid aprobó por unanimidad aumentar las horas lectivas de Educación Física, "pero los gobiernos tienen que hacerlo realidad", matiza Martín.

Salida_nacional_Media_maraton

"El 80% de los jóvenes solo hacen deporte en el colegio, es un dato muy preocupante, porque además los niños y adolescentes se están formando y educando, y se ha demostrado que los resultados académicos y el desarrollo psicológico y cognitivo de los estudiantes es mucho mejor si practican deporte de manera regular. La solución pasa por concienciar a las administraciones públicas. Los gobiernos tienen que ponerlo al alcance de la población por medio de más horarios o subvenciones, o por ejemplo, que las personas que en el trabajo hagan ejercicio reciban una bonificación", relata Martín a este diario.

Cuánto nos cuesta ser inactivos

Subraya asimismo un aspecto que también ha sido analizado en los estudios mencionados: el gasto sanitario que supone la inactividad física de la ciudadanía.

El estudio de The Lancet sobre el peso económico de la inactividad física recoge cuánto costó ésta a cada país en 2013 y pone de manifiesto que los países con mayores ingresos son los que más gastan a causa de la inactividad: 27.800 millones de dólares en Estados Unidos, 3.300 en Brasil, 1.700 Reino Unido, 1.000 Francia, 3.000 China y 4.000 millones Japón. España, por su parte, se dejó nada más y nada menos 2.200 millones de euros.

La inactividad física cuesta a España 2.200 millones de euros según The Lancet

A nivel mundial, pocos fenómenos pueden revertir la situación. "Los juegos y las aplicaciones como Pokémon Go son bienvenidas si hacen salir de casa a la gente y

moverse un poco más, pero nosotros siempre defendemos que la actividad ha de hacerse bajo la supervisión de un profesional cualificado y colegiado", explica la presidenta de COPLEF.

Los investigadores, por su parte, quisieron observar cómo afectaron los Juegos Olímpicos en los comportamientos de la población. Ahora que se acerca Río 2016

y el deporte entra en las casas de todo el mundo, ¿nos dan más ganas de salir a quemar calorías? Lamentablemente parece que no, porque los resultados obtenidos tras Londres 2012 no son muy alentadores. Según el estudio, la mayor parte de los países tienen políticas nacionales, pero no son puestas en práctica: en 2015, el

90% de los países tienen planes estatales (en 2010 era el 75% de los países), de los cuales un 71% no son operativos.

"La pandemia global de la inactividad física continúa, y la respueta global avanza demasiado lento", conluye Jim Sallin, autor de uno de los estudios e investigador

de la Universidad de San Diego.

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