España destaca por el habitual consumo de café en la mayoría de hogares y cafeterías. De hecho, según la web oficial de Café Bonka se consumen más de 14.000 millones de tazas de café al año en nuestro país y aún así, no estamos ni siquiera entre los diez países más cafeteros del mundo.
Un gran aliado de la salud cardiovascular según las últimas investigaciones y que la Fundación Española del Corazón defiende como una bebida que "no sólo no resulta perjudicial para la salud de nuestro corazón sino que puede protegernos de enfermedades cardiovasculares, respiratorias e infecciosas".
Sin embargo, hay un tipo de bebida hecha a base de una hierba campestre, que en los últimos años ha ido ganando cada vez más protagonismo y que, aunque en el pasado sustituyó incluso al uso del café en España, ha vuelto a caer en el olvido en gran parte de nuestro país.
Hablamos en este caso de una planta que también es típica en Italia y que pertenece a la misma familia que el diente de León, cuyo color y sabor en infusión recuerda muchísimo a la del café, aunque ligeramente más amarga y con regusto a nuez. Sus beneficios además la posicionan como otra de las bebidas claves para la salud. Una variedad que también podrás encontrar disponible en grano, soluble o en polvo.
La bebida ignorada en España para sustituir al café
La bebida de la que te hablamos guarda cierta relación con el café y no solo por su aspecto muy similar o su sabor, sino también porque en el pasado y en España también tuvo su época de esplendor. En concreto, esto sucedió tras la Guerra Civil en España y coincidiendo con la escasez de café.
Por aquel entonces, eran muchos los que seguían soñando con disfrutar del sabor y aroma de esta bebida pero lamentablemente solo podían disfrutar de ella las clases altas de la época. Para el resto de personas en España quedó la achicoria.
Un tipo de infusión que recuerda mucho al café por ese color negro todavía más intenso. Pero esta volvió a caer en el olvido cuando la economía y la situación en España mejoró, aunque algunos seguían mezclando el café con la achicoria para darle más color y que cundiera mucho más.
Sin embargo, su uso fue poco a poco desapareciendo en España y limitándose en áreas y personas muy concretas que seguían prefiriendola al café.
Si aún así y a pesar de ese hueco que ha tenido en la historia de nuestro país no sabes de qué bebida se trata, te adelantamos que esta es una herbácea perenne y que en su estado natural puede llegar al metro de altura y florecer entre julio y septiembre con unas peculiares flores azul-lila o incluso rosa o blancas.
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Su uso medicinal ya se aplicaba en la época de Carlomagno y también su uso médico que data desde hace siglos en África, Asia y Europa. Un tipo de hierba que cuenta con componentes muy interesantes como: ácidos orgánicos, pectina, vitamina A, vitaminas B, vitamina C, potasio, magnesio, calcio y fósforo.
También es importante señalar, que podemos encontrarnos con dos clases de achicoria: la versión en hojas y muy utilizada para ensaladas y la de raíz seca y tostada que se utiliza para infusión una vez se encuentra granulada.
Beneficios para la salud de la achicoria
Esta bebida de achicoria es una fuente natural de inulina, pero también es un tipo de prebiótico capaz de estimular el crecimiento de bacterias beneficiosas para el intestino.
Puede también estabilizar los niveles de azúcar y llevar un mejor control de la glucosa, además de destacar por su contenido en polifenoles y flavonoides. La achicoria destaca por estos y otros muchos importantes beneficios para la salud:
- Es un impresionante antioxidante con efectos antibacterianos: destaca por su abundancia de 30 componentes antioxidantes, fortaleciendo así el sistema inmunológico y previniendo diversas enfermedades.
- Previene algunas enfermedades de la piel: la seborrea, neurodermatitis, eccema, varicela, furunculosis, acné y psoriasis, son algunas de ellas. Además se ha demostrado que es un excelente complemento para personas con diabetes y que ayuda a controlar los niveles de azúcar.
- Contenido de inulina: este mejora la salud de la flora intestinal, previene el estreñimiento, el reflujo ácido y reduce la formación de gases. Su consumo también puede ser beneficioso para combatir la obesidad, gracias a su capacidad para estimular un metabolismo y aportar una sensación de mayor saciedad.
- Contribuye a la salud cardiovascular: ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL y también a prevenir enfermedades del corazón. Su acción diurética la hace también recomendable para personas con presión arterial alta, aunque se debe tener precaución si se padece presión arterial baja.
- Propiedades para aliviar la ansiedad: su consumo se ha relacionado también con el alivio de la ansiedad, el estrés y con la mejora en la calidad del sueño. Sus vitaminas benefician también la producción de glóbulos rojos y apoyan el buen funcionamiento del hígado.
- Alivia algunas dolencias: algunos estudios la relacionan con el alivio de algunas dolencias relacionadas con los huesos, como la artritis.
La bebida con más fibra que las espinacas y la avena
Otro de los puntos importantes del consumo de la achicoria es esa peculiaridad de ser rica en inulina y este es un tipo de fibra soluble que se encuentra en algunas plantas. Pero por lo que principalmente destaca es por tener propiedades prebióticas y por alimentar las bacterias beneficiosas en el intestino.
Una bebida que incluso puede asegurar una concentración de fibra más alta por porción que la avena o las espinacas, aunque esto puede variar en función de la cantidad consumida o el modo de preparación.
Es importante destacar que en el caso de la avena o las espinacas, estas son también fuentes valiosas de fibra aunque de tipos diferentes. La avena por ejemplo, contiene fibra soluble e insoluble, que también ayuda en la digestión y puede tener beneficios para la salud cardiovascular. Las espinacas, por su parte, son una fuente de fibra dietética y contienen también importantes nutrientes esenciales.
Si vamos a las cantidades de fibra, beber una taza de achicoria puede suponer unos 4 g de fibra, mientras que las espinacas o la avena tienen unos 2,2 g y 1,7 g respectivamente por cada 100 g.