El tomate es considerado habitualmente como una verdura, pero realmente se trata de un fruto que aporta grandes beneficios para nuestra salud. Aunque no cuenta con el habitual dulzor que sí podemos encontrar en otras frutas, tiene unas cualidades que lo convierten en un imprescindible de nuestra dieta.
Compuesto en su mayoría por agua (95%), es también una fuente considerable de fibra, además de fibra y otros nutrientes esenciales como las vitaminas A, C, E y K, además de minerales como magnesio, fósforo y potasio. Asimismo, hay que tener en cuenta que el tomate es bajo en calorías, con apenas 18 kcal por cada 100 gramos de productos, lo que lo convierte en un alimento ideal para dietas enfocadas a la pérdida de peso.
Los tomates aportan una cantidad importante de vitaminas y minerales, si bien, para poder disfrutar de todas sus ventajas, los expertos coinciden a la hora de asegurar que la mejor manera de disfrutar de ellos es en su forma natural, por encima de su procesado en salsas, ya que en ese caso se pueden agregar grasas no deseadas que afectan a sus beneficios.
Los beneficios de los tomates para la salud
Si comes tomates todos los días, principalmente si lo haces de forma natural, puedes disfrutar de una gran cantidad de beneficios, comenzando por la mejora de la salud cardiovascular. El potasio presente en estos frutos contribuye a la regulación de la tensión arterial, mientras que el licopeno, otro nutriente fundamental de los tomates, también ayuda a este efecto.
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Por otro lado, hay que destacar su mejora de la salud digestiva e intestinal gracias a la fibra de estos alimentos, así como su contribución a la mejora de la salud ocular gracias a su contenido en vitamina A. También son antioxidantes que ayudan a proteger frente al daño celular, y promueven una piel más joven, saludable y libre de arrugas gracias a su contenido en licopeno.
Además de todos los anteriores, hay que destacar su función como diurético natural, ya que su consumo contribuye a la eliminación de líquidos del cuerpo, beneficiando la función renal.
Precaución en el consumo de tomates
Aunque los tomates tienen numerosos beneficios para la salud, un consumo excesivo puede provocar malestar en algunas personas, lo que se debe principalmente a su acidez, que puede ocasionar reflujos o ardores intestinales. Aunque cuando se consume de forma natural es menos agresiva que en las salsas, la sensibilidad varía entre cada persona y aquellas personas que son más sensibles a la acidez deberían moderar su consumo.
El tomate es un fruto muy beneficioso para la salud, con un notable aporte de nutrientes esenciales, siendo aconsejable incluirlo de forma regular en la dieta para disfrutar de mejoras significativas en la salud cardiovascular, ocular, intestinal y de la piel, así como sus propiedades diuréticas y antioxidantes. Sin embargo, insistimos en que es importante su consumo con moderación, sobre todo entre los más sensibles a la acidez.
Formas de comer tomate
Si se quiere mantener una dieta equilibrada, las frutas, verduras y hortalizas son imprescindibles, siendo el tomate uno de los alimentos más apreciados por sus múltiples beneficios y propiedades saludables. A ello hay que sumar su sabor agridulce y su versatilidad a la hora de cocinarlo, siendo un alimento muy completo que se puede ampliar en una infinidad de recetas y platos. Entre las elaboraciones más populares en las que está presente, más allá de las ensaladas de tomate, conviene destacar las siguientes:
- Salmorejo: esta crema tradicional de Córdoba se sirve habitualmente como primer plato y está elaborada a través de una mezcla triturada con miga de pan, aceite de oliva, ajo, sal y tomates. Es habitual que se sirva con trozos de otros alimentos en la superficie, como picatostes, virutas de jamón o migas de huevo duro.
- Gazpacho: muy parecido al anterior nos encontramos con el gazpacho, una sopa fría con ingredientes como vinagre, aceite de oliva o agua, junto a otros alimentos como hortalizas crudas, por lo general, pimientos, cebollas, pepinos, ajo y, sobre todo, tomates. Es frecuente su consumo, bien fresco, en los meses más calurosos del año.
- Pan con tomate: es una de las formas más populares de comer tomate, sobre todo en Valencia, Cataluña e Islas Baleares. Es uno de los básicos de la dieta mediterránea, consiste en una rebanada de pan que está untado con medio tomate maduro y luego, aliñado con aceite de oliva y sal. Se trata de uno de los desayunos más habituales de los hogares españoles, y en algunos rincones del país, se agrega jamón, queso o ajo picado.
- Tomates rellenos: en esta receta los tomates deben ser abiertos por la parte superior, lo justo para poder vaciarlos con una cuchara pequeña, dejando que se escurran posteriormente boca abajo mientras se prepara el relleno. Existen tantas maneras de elaborarlas como cocineros, siendo lo más frecuente que se apueste como rellenos de ensaladilla rusa o huevos con atún. Se trata de un plato muy común en Irán o Turquía, en estos países optando por rellenos de carne y arroz.
- Tomate a la plancha: para obtener este plato, conviene preparar el tomate a la plancha junto con otras verduras como es el caso del calabacín. En este caso habrá que filetearlo en lonchas un poco gruesas, para luego calentarlas en una sartén con un poco de aceite. Una vez que están dorados, se les da la vuelta para espolvorear con orégano. Cuando está dorado por ambos lados, la piel se desprende con facilidad. Agregando un poco de sal y un chorro de aceite de oliva, se consigue un plato excelente.