Según señala la Fundación Española del Corazón (FEC), la carne aporta entre un 16% y 22% de proteínas repletas de aminoácidos esenciales. Se trata también de una buena fuente de vitaminas entre las que encontramos aquellas pertenecientes al grupo B, y además es rica en hierro, zinc, potasio o fósforo, entre otros minerales. No obstante, un nuevo estudio ha señalado varios tipos de carnes que no deberíamos incluir en la dieta.
Y es que, a pesar de todos los beneficios que se asocian a la carne, como bien señala la Universidad Autónoma de Madrid en dicho estudio, publicado en la revista BMC Medicine, existen algunos tipos concretos de carnes procesadas que estarían directamente relacionadas con el deterioro de la función física y cognitiva, además de otros muchos problemas de salud.
En estos casos y, según indica la investigadora Ellen Struijk, el efecto beneficioso de la carne desaparecería al tratarse de carne procesada. Es decir, "cualquier carne que ha sido transformada con salazón, curada, fermentada, ahumada y sometida a otros procesos que ayudan a mejorar el sabor y conservar el alimento", apunta.
Esta es una de las principales razones por las que integrar las carnes de calidad dentro de una dieta variada y equilibrada es fundamental para asegurar un bienestar físico y una buena salud en general.
Tres carnes desaconsejadas por expertos
Entre las carnes procesadas mencionadas en el estudio, se incluyen alimentos básicos como el bacon, las salchichas, los embutidos envasados, el salami y el chorizo. Estos productos destacan como los más consumidos debido a su sabor intenso y su precio accesible, estando disponibles en casi cualquier lugar.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que contienen altas cantidades de grasas poco saludables y aditivos como el sodio y los nitritos, que pueden tener un impacto negativo en la salud.
Por otro lado, las carnes rojas también han sido vinculadas a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, a pesar de ser una fuente importante de proteínas y otros nutrientes. Los expertos recomiendan por ello, limitar el consumo de carnes procesadas y rojas, optando por opciones más saludables y magras para mantener una dieta equilibrada.
En España, los embutidos como el lomo embuchado, el chorizo y la morcilla son también algunas de las carnes procesadas más consumidas. Estas variedades se caracterizan por su alto contenido en grasas saturadas y aditivos poco saludables, cuyo consumo puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Carnes más saludables
Pero entonces ¿qué carnes son las más saludables? Según la Organización Mundial de la Salud, una dieta equilibrada debe incluir alimentos de origen vegetal, tanto crudos como cocidos, legumbres, cereales y semillas, complementados con proteínas de origen vegetal o animal. Pero si consumes carne regularmente, es probable que te hayas preguntado cuáles son las opciones más saludables.
En este caso, las carnes magras son consideradas las más saludables porque son ricas en proteínas de alta calidad y tienen un bajo contenido de grasas. Por este motivo, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria aconseja consumir entre tres y cuatro raciones de carne magra a la semana.
Entre las carnes magras más recomendadas se encuentran el conejo, el pollo y el pavo, que son casi completamente magros.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición destaca estas carnes como las opciones más saludables. En el caso de la carne de vacuno, cordero o cerdo, el contenido de grasa magra varía según el corte. Por todo ello, es aconsejable comprar carne en lugares que ofrezcan una amplia variedad de productos frescos y donde los especialistas puedan recomendarte los mejores cortes para una dieta saludable.