Son muchas las personas que sueñan con tener una piel radiante y tersa. Si queremos conseguirlo, es fundamental llevar a cabo unas rutinas de cuidado y belleza apropiadas, entre las cuales se incluye el seguir una dieta equilibrada y una correcta hidratación. Todo ello juega un papel importante para conseguir que la piel luzca de la mejor manera posible.
Una de las principales funciones de la piel es la de mantener hidratado el cuerpo, al estar formada por un 70% de agua. Así es como se consigue que la dermis presente mayor firmeza, flexibilidad y elasticidad, lo que a su vez ayuda a mejorar la cicatrización y previene la aparición de arrugas.
Además de ser recomendable beber dos litros de agua diarios, hay que mantener una alimentación que favorezca el buen estado de la piel. Para lograrlo, los expertos recomiendan el consumo de alimentos ricos en minerales y vitaminas B y C, destacando especialmente al pescado azul, como el salmón, y otros alimentos como las nueces, el brócoli y el aguacate.
La importancia de la dieta
Tener una piel perfecta depende de muchos factores, y aunque la genética juega un papel clave en ello, hay muchas cosas que se pueden hacer para mejorarla. Si te cuidas la piel de una manera apropiada, conseguirás ralentizar el envejecimiento natural de las células de la dermis. En todo este proceso es muy importante la prevención.
La dieta, por su parte, es fundamental para el buen estado de la piel. El consumo de alimentos apropiados, además, hará que se pueda combatir el envejecimiento, siendo para ello necesario recurrir a una dieta rica en vitaminas, proteínas, antioxidantes y grasas saludables que contribuyan a la regeneración celular.
[Los seis alimentos que están destrozando tu memoria según Harvard: habituales en España]
Por otro lado, no hay que olvidar que toda dieta equilibrada debe estar acompañada de un ejercicio físico regular para conseguir mejores resultados, pudiendo realizar ejercicios de gimnasia facial para preservar la elasticidad y la tonicidad de la piel.
Los peores alimentos
Al igual que encontramos algunos alimentos que son recomendables para que la piel se vea bien hidratada, y esté sana y radiante, hay otros que deben evitarse, puesto que aceleran la formación de arrugas, además de provocar brotes de acné, agravar la sequedad, hacer que aparezcan imperfecciones o hacer que la piel se vea menos brillantes e hidratada.
Antes de profundizar en los principales enemigos para tu piel, conviene indicar que deberías evitar el consumo de comida rápida, harinas refinadas, fritos, alimentos ricos en azúcares añadidos o grasas saturadas, ya que el consumo de alimentos hipercalóricos, irritantes y grasos favorecen la producción de sebo, haciendo que la piel no luzca de la mejor manera posible.
[Los 6 alimentos que están destrozando tu intestino sin que te des cuenta: habituales en España]
Entre los alimentos a evitar nos encontramos con los embutidos y otras carnes procesadas, por lo que deberías evitar el bacon, las salchichas o el salami. La razón de ello es que nos encontramos ante carne procesada alta en grasas saturadas, nitratos y sodio, que provocan la inflamación de la dermis.
Además, también aumentan el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular, el colesterol malo y los triglicéridos, y pueden incrementar las posibilidades de desarrollar diabetes, obesidad e incluso varios tipos de cáncer.
Tampoco deberías incluir en tu dieta carne roja, ya que es la más rica en grasas saturadas, además de contar con altas concentraciones de un factor que provoca el aumento de la insulina, que al mismo tiempo hace que los andrógenos encargados de producir sebo se vean estimulados, y con ello aumente el acné.
Como parte de una alimentación saludable que permita mantener una piel sana y radiante, es preferible evitar la comida precocinada o congelada, porque esta tiene mayor contenido en azúcares, sal, hidratos de carbono refinados, aditivos y grasas que son poco recomendables. A esto hay que sumar que las dietas ricas en comida de este tipo acostumbran a tener menor cantidad de productos vegetales, legumbres y frescos, con lo que ello supone para la salud en general y de la piel, en particular.
Por supuesto, deberías dejar de lado las salsas industriales como la mayonesa, que no hacen más que agregar a la dieta sodio, calorías, azúcares y grasas, acelerando los procesos inflamatorios y dañando la piel. Y también la bollería industrial, galletas y pasteles, todos ellos ricos en grasas trans, harinas refinadas y azúcares añadidos que favorecen la formación de arrugas, además del resto de consecuencias que tienen para la salud.