Los expertos en nutrición destacan la importancia de que el pescado sea forma de la dieta por sus numerosos beneficios para la salud, lo que hace que muchos piensen en el salmón o la caballa, dos de los más populares que podemos encontrar en las pescaderías. Sin embargo, hay un pescado que tiene más Omega-3 y que ayuda a mejorar la memoria mientras previene la trombosis cerebral.
Estamos hablando del abadejo, un pescado que además de tener un exquisito sabor, posee una serie de propiedades que lo convierten en un gran aliado para la salud. De hecho, su elevado contenido en ácidos grasos Omega-3 lo hace ser clave para mejorar la memoria y la concentración.
A la hora de acudir al mercado para comprar este pescado nos encontramos con ejemplares adultos que pueden medir entre 60 y 80 centímetros y cuyo peso suele encontrarse entre los 8 y los 10 kilogramos. Aunque en nuestro país no cuenta con tanta popularidad, es una especie muy apreciada en los mercados del norte de Europa, donde valoran especialmente su carne, que es firme, muy sabrosa y de una elevada calidad.
Un pescado con excelentes valores nutricionales
El abadejo es un pescado blanco con excelentes valores nutricionales, según un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Destaca por su aporte de proteínas de alta calidad y grasas insaturadas omega 3, que ayudan a proteger el corazón y previenen ataques cardíacos y trombosis cerebral.
Respecto a sus minerales, destaca la presencia de selenio, yodo y fósforo, además de ser un pescado rico en vitaminas del grupo B (B6, niacina y B12). De hecho, una ración de abadejo supera las ingestas diarias recomendadas de vitamina B12. Estos minerales hacen que se puedan disfrutar de beneficios de cara a la regulación de la tiroides y a mantener niveles saludables de colesterol, además de fortalecer el cabello, la piel y uñas, y favorecer un buen funcionamiento nervioso y muscular.
Por otro lado, conviene destacar que tiene un bajo contenido en mercurio que hace que el abadejo sea una opción segura para consumir, especialmente en el caso de mujeres embarazadas y niños. Al ser un pescado blanco, tiene un bajo contenido de grasa, y esto hace que sea ideal para introducirlo en dietas bajas en calorías.
Cómo cocinar abadejo
El abadejo es un pescado muy versátil que hace posible que se pueda adaptar a una amplia cantidad de recetas, pudiendo prepararlo a la plancha, asado o como parte de un guiso. Una de las ventajas que tiene esta especie es que es fácil de limpiar y se puede adaptar a distintos formatos. Aunque hay lugares en los que se consume desecado, lo más común es comerlo en fresco.
La carne del abadejo es suave, no tiene escamas y es fácil de preparar, lo que hace que incluso los recién iniciados en la cocina no deberían tener problema para elaborar una receta con este pescado. De esta forma, se pueden preparar desde sencillas preparaciones a la parrilla, que ayuda a realizar su sabor natural, hasta platos más elaborados como estofados, sopas e incluso recetas de surimi.
Para cocinar un abadejo a la perfección es imprescindible prestar especial atención al método de cocción y el tiempo. Un breve marinado en hierbas y especias puede enriquecer su sabor sin llegar a sobrecargarlo. Al cocinarlo a la plancha o asarlo será fundamental mantener un control cuidadoso del tiempo para evitar que se deshaga, conservando así su textura jugosa.
Tampoco hay que olvidar que los sistemas de congelación ofrecen nuevas posibilidades para el consumidor, y es que si se congela adecuadamente se asegurará una adecuada conservación, y todo ello mientras se mantienen intactas sus excelentes propiedades nutricionales.
El abadejo es un tesoro culinario que destaca por su sabor y su textura, pero también por ayudar a seguir una dieta sana y equilibrada. Añadirlo como parte del menú semanal ofrece una magnífica forma de disfrutar de los beneficios del pescado blanco, aportando variedad y placer a tus platos.
Diferencias entre el abadejo, el bacalao y la panga
Muchos se preguntan cuál es la diferencia entre el abadejo y otros pescados como la panga y el bacalao, con los que guarda ciertas similitudes. Sin embargo, existen algunos elementos que los diferencian los unos de los otros.
El abadejo acostumbra a ser más pequeño que el bacalao, y aunque en lo que respecta a sus propiedades nutritivas son similares, hay pequeños detalles que permiten distinguir uno del otro, porque el abadejo siempre tiene el vientre claro con una línea verdosa, mientras que, en el caso del bacalao, cambia de pigmentación según las aguas. Por este motivo, si se observa con detenimiento, será posible diferenciarlos con relativa facilidad.
Por su parte, el pez panga tiene dos principales diferencias con respecto al bacalao y el abadejo. Una de ellas es que se trata de un pescado de agua dulce, mientras que los otros dos son pescados de mar; y la otra tiene que ver con su aspecto, pues la panga tiene un aspecto distinto y un aspecto interior rosado. Sin embargo, se puede confundir con las otras especies por su sabor, puesto que no difiere mucho de los mencionados. A simple vista, es muy sencillo diferenciar la panga del abadejo o el bacalao.