Las islas Canarias no solo destacan por sus paisajes volcánicos y playas paradisíacas, sino también por una tradición culinaria rica y diversa que refleja la historia, el clima y la cultura de este archipiélago. Entre los numerosos platos que componen su gastronomía, uno de los más emblemáticos es el de las papas arrugadas. Este sencillo pero sabroso manjar es un fiel reflejo de la identidad isleña y su capacidad para transformar ingredientes humildes en tesoros culinarios.
Su preparación, que consiste en cocer papas de la variedad 'bonita' en agua con abundante sal hasta que su piel se arruga y se impregna de sabor, es un testimonio de la ingeniosa adaptación de los recursos naturales de la región. En sus orígenes, este método de cocción se realizaba con agua de mar, aprovechando la proximidad de las islas al océano y la limitada disponibilidad de agua dulce.
Beneficios nutricionales
Además de su delicioso sabor, las papas arrugadas ofrecen varios beneficios nutricionales que las convierten en una opción saludable. El valor nutricional de la patata cambia según su modo de preparación. 100 gramos de papas arrugadas solo suponen 100 calorías, pero se triplicarían si se frieran.
Por otro lado, aunque hay que vigilar el contenido de sodio- se usa sal gorda para evitar que se salen en exceso, se consumen con piel, la parte que encierra un importante valor nutricional que no se suele tomar cuando se asa o cuece la patata.
Las papas arrugadas son ricas en carbohidratos complejos, que proporcionan energía de liberación lenta, manteniendo niveles estables de energía a lo largo del día. Además, contienen una buena cantidad de fibra dietética, que favorece la salud digestiva, promueve la saciedad y ayuda a controlar el apetito, lo que puede contribuir a mantener un peso saludable.
En el ámbito de los micronutrientes, las papas arrugadas aportan vitamina C, un antioxidante esencial para fortalecer el sistema inmunológico y proteger las células del daño oxidativo. También mejoran la absorción de hierro y son clave para la producción de colágeno, que mantiene la elasticidad de la piel. Además, el potasio presente en estas papas es fundamental para la regulación de la presión arterial y el funcionamiento adecuado de los músculos.
Un aspecto notable de las papas arrugadas es su bajo índice glucémico, lo que significa que liberan glucosa en el torrente sanguíneo de manera gradual. Esto es beneficioso para mantener niveles estables de azúcar en la sangre, especialmente para personas con diabetes o aquellos que buscan controlar su ingesta de azúcares.
Por último, las papas arrugadas contienen antioxidantes, como compuestos fenólicos, además de la ya mencionada vitamina C, que protegen las células del daño y pueden contribuir a la prevención de enfermedades crónicas, como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. De este modo, las papas arrugadas son un plato delicioso y lleno de beneficios para la salud.
Cómo prepararlas
Si quieres sentirte como un auténtico canario, puedes cocinar tú mismo estas deliciosas patatas en casa. Como en todos los platos célebres, existe una variedad de recetas con pequeños cambios. Una de las formas tradicionales de prepar las papas arrugadas es la siguiente:
1. Selecciona papas pequeñas de una variedad adecuada, como la papa bonita o la papa negra, y lávalas bien sin quitarles la piel.
2. Coloca las papas en una olla grande y cúbrelas con agua, agregando una cantidad generosa de sal gorda (aproximadamente 70 gramos de sal por litro de agua). Tradicionalmente se utilizaba agua de mar, pero hoy en día se usa agua corriente con sal.
3. Hierve las papas a fuego medio-alto durante unos 20-30 minutos, hasta que estén tiernas. Sabrás que están listas cuando al pincharlas con un tenedor, este las atraviese fácilmente.
4. Escurre completamente el agua de la olla. Luego, vuelve a colocar las papas en la olla a fuego bajo. Agitar suavemente para que la sal sobrante se adhiera a las papas, formando una fina capa blanca y haciendo que la piel se arrugue.
5. Deja las papas en la olla por unos minutos, moviéndolas de vez en cuando para que queden bien secas y arrugadas.
6. Una vez realizados los pasos anteriores, lo común es servirlas calientes, acompañadas de mojo picón, una salsa picante a base de pimientos, o mojo verde, que es más suave y está hecho con cilantro o perejil. Una forma más saludable de disfrutar de ellas es acompañarlas con una guarnición de verduras.