El consumo de queso siempre ha estado asociado a una peor salud general, y peor salud cardiovascular en especial. El queso, dada su riqueza habitual en grasas (con excepciones), no suele ser bien visto por aquellos que buscan reducir su riesgo cardiovascular. Sin embargo, este alimento es muy versátil a nivel culinario, pudiendo tomarse en formato frío o caliente, como aderezo de ensaladas o como plato principal; y eso, para muchos, hace que sea muy complicado dejar de consumirlo.
Pero, como explica el Dr. Cheng-Han Chen, MD, cardiólogo intervencionista y director médico del Programa de Cardiología Estructural del MemorialCare Saddleback Medical Center, "el queso puede ser parte de una dieta saludable para el corazón". Aunque, como siempre solemos decir en 'EL ESPAÑOL', hay que saber elegir.
Este cardiólogo recuerda que "algunos alimentos, como aquellos ricos en grasas saturadas y sodio, pueden aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Por el contrario, una dieta basada en plantas, rica en fibra y baja en grasas saturadas, puede ser beneficiosa para la salud del corazón". El queso asocia ambos "perjuicios", dado que suele ser rico en grasas saturadas y sodio, pero la buena noticia es que no siempre debe ser desterrado.
De hecho, un estudio publicado en la revista Nutrients el pasado año 2022 ya sugirió que el consumo de queso se asociaría con un menor riesgo cardiovascular, aunque se necesitarían más estudios para corroborar este dato. De hecho, como explica el Dr. Chen, el queso que elijamos no debería ser demasiado rico en grasas saturadas ni en sodio, y debería consumirse con moderación.
Según explica Chen, la mozzarella sería uno de los mejores quesos para añadir a un plan de alimentación saludable: es una buena fuente de proteína y calcio, y contiene probióticos, los cuales se han asociado con una mejor salud intestinal e inmunológica. La mozzarella fresca también tiene menos grasas saturadas y sodio que otros quesos". De hecho, la mozzarella en especial tiene 6 g deproteína, 143 mg de calcio, 138 mg de sodio y 4 g de grasas saturadas por cada porción de 30 gramos.
Actualmente tanto la American Heart Association (AHA) como otras asociaciones de cardiología a nivel mundial aconsejan seguir dietas bajas en sodio y grasas saturadas con el fin de mantener una buena salud cardíaca. La dieta DASH, de la cual hemos hablado en 'EL ESPAÑOL' en más de una ocasión, sería el paradigma de este tipo de patrón alimentario, donde se reduce la ingesta de sodio y grasas, a la par que se prioriza el consumo de productos vegetales y proteínas magras.
El pasado año 2023 ya se publicó un estudio que sugirió que la dieta DASH reduce el riesgo cardiovascular, mientras que una revisión sistémática de 2023 sugirió que una dieta similar, como es la dieta mediterránea, también lograría reducir el riesgo cardiovascular, aunque en esta no se enfatice tanto la reducción del consumo de sodio.
Por otro lado, la mozzarella no solo cumple con la reducción de la ingesta de sodio, sino también con la aportación de proteína de calidad. Según otro estudio publicado en 2020, las dietas ricas en proteína colaboran en la pérdida y el mantenimiento de un peso corporal adecuado, y también a reducir el riesgo de desarrollar obesidad y enfermedades asociadas, como las enfermedades cardiovasculares.
Así mismo, los quesos en general, y la mozzarella en particular, son conocidas fuentes de calcio. La USDA de Estados Unidos aconseja la toma de 1000 mg de calcio diarios para mantener una adecuada salid ósea, reduciendo así la posibilidad de fracturas y otras lesiones; además, las evidencias más recientes también señalan que un correcto aporte de calcio también se relaciona con una mejor salud muscular, dado que este ión es esencial para la correcta contracción muscular.
Respecto a la actividad física, recordemos, tanto la AHA como la OMS aconsejan realizar al menos 150 minutos de actividad moderada a la semana, o bien 75 minutos de actividad de alta intensidad. En cuanto a ejercicios anaeróbicos o de musculación, se aconsejan un mínimo de dos sesiones semanales.
Eso sí, como ocurre con cualquier alimento, debemos consultar siempre el etiquetado. No todos los tipos de mozzarella son iguales, ni todos contienen los mismos niveles de sodio. El Dr. Chen aconseja evitar aquellos con demasiado sodio, sean mozzarella o cualquier otro tipo de queso. Además, también aconseja evitar o al menos minimizar el consumo de quesos muy procesados y manufacturados, como el caso del 'queso americano', el cual es rico en grasas y sodio y no sería una buena opción.
Como recordatorio, tanto la AHA como la ESC europea aconsejan no superar la ingesta de 2.300 mg de sodio al día (5 gramos de sal de mesa), y si es posible no sobrepasar los 1.500 mg si ya se sufre hipertensión.
Como conclusión final, el Dr. Chen aconseja que la elección de alimentos saludables para el corazón se base en ciertas pautas básicas pero esenciales: alimentos altos en fibra, bajos en grasas saturadas y bajos en sodio: "En general, cuanto más procesado sea un alimento, menos saludable será"