El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (Rasff) ha emitido una nueva alerta para avisar a las agencias de seguridad alimentaria de los respectivos países de la detección de un nuevo riesgo sanitario en unos frutos secos que iban destinados al mercado español y procedían de Estados Unidos.
En concreto, según la información proporcionada por el Rasff, se han detectado aflatoxinas en unas almendras en un control fronterizo. Las aflotoxinas son un tipo de toxinas producidas por ciertos hongos en cultivos agrícolas como el maíz, los cacahuetes, la semilla de algodón o los frutos secos. Son producidas por Aspergillus flavus y Aspergillus parasiticus, que son especialmente abundantes en zonas cálidas y húmedas del planeta.
"En humanos, se ha atribuido a las aflatoxinas múltiples episodios de intoxicaciones masivas con producción de hepatitis aguda en distintas zonas de la India, Sudeste Asiático y áfrica tropica y ecuatorial, y un factor de agravamiento de enfermedades producidas por malnutrición", dice la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan). "También son posibles responsables, junto a otros factores, de la elevada tasa de cáncer hepático observado en algunas de esas zonas", añade.
Las aflatoxinas resisten los tratamientos habituales de los alimentos. "En el caso de determinados productos, como los cacahuetes, los frutos de cáscara, los frutos secos y el maíz, está demostrado que los métodos de selección u otros tratamientos físicos permiten reducir el contenido de aflatoxinas".
Así, son especialmente resistentes al calor, con temperaturas de descomposición que oscilan entre 237ºC y 306ºC, según indican distintos estudios, lo que significa que muchos métodos de cocción comunes no son suficientes para destruirlas.
El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea ha calificado esta alerta como "grave". Así, la asociación Facua-Consumidores en Acción ha criticado en distintas ocasiones la escasa información que aparece en estas alertas alimentarias a nivel europeo ya que "hace que el consumidor vierta una sombra de sospecha sobre todos los productos independientemente de que puedan o no estar afectados".
En estas comunicaciones no se detallan ni las empresas productoras ni las zonas del país de donde procede.