La habilidad de ser un maestro paellero o arrocero es un deseo compartido por muchos amantes de la gastronomía en toda España. Este fabuloso plato, con sus sabores robustos y su tradición arraigada, encarna el arte culinario de nuestro país de una manera única y fascinante. Ser capaz de dominar esta icónica receta no solo implica conocer y aplicar técnicas específicas, sino también comprender la esencia misma de una cocina mediterránea que ha creado su identidad a través de platos como este.
Para que resulte un poco más sencilla su elaboración, el mercado nos ofrece diferentes productos que pueden facilitarnos el proceso. Uno de ellos es el Preparado de Paella y Sopa Hacendado Ultracongelado, que se encuentra en la sección de congelados de Mercadona. Su uso es muy sencillo, ya que una de sus ventajas es que está listo para su uso sin necesidad de descongelarlo previamente.
Comercializado por la empresa gallega Congalsa, se presenta en un paquete de 685 g escurrido a un precio de 3,95€ tras bajar de precio, ofrece una mezcla de mariscos que incluye gambas, langostinos, calamares, potón, almejas y mejillones. Entre los aditivos solo encontramos conservantes como el metabisulfito sódico, imprescindibles para mantener que el pescado mantenga sus propiedades organolépticas.
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Proteínas y más hierro que las lentejas
Las ventajas de incorporar algunos de los ingredientes que encontramos en este paquete son muchas. Basta con recordar que los mariscos son ricos en proteínas y en minerales. Entre ellos, destaca el hierro, un elemento esencial que participa en diversas funciones vitales, siendo crucial para la producción de hemoglobina, la proteína que transporta oxígeno desde los pulmones hacia todas las células del cuerpo.
Tanto hierro tienen los mariscos que, en comparación, las lentejas quedan bastante por detrás. Así, gambas, langostinos, mejillones oscilan entre 8 y 14 mg de hierro por cada 100 g de producto, llegando a doblar el 7% que encontramos en las lentejas. Pero no queda ahí la cosa: las almejas se llevan la palma, ya que pueden llegar a superar todas estas cifras de hierro con un impresionante aporte de hasta 24 mg por cada 100 g, es decir, el triple que las populares legumbres y algo más que las carnes rojas.
Podemos valorar la magnitud de estas cifras si las comparamos con las cantidades diarias recomendadas de hierro. Por ejemplo, los hombres adultos requieren aproximadamente 8 mg de hierro al día. Ls mujeres adultas, especialmente aquellas en edad fértil, necesitan una ingesta mayor, alrededor de 18 mg diarios debido a las pérdidas menstruales. Durante el embarazo, esta necesidad se eleva a 27 mg diarios para satisfacer las demandas adicionales del feto, mientras que los lactantes requieren entre 7 y 15 mg, dependiendo de su edad. 100 gramos de almejas serían más que suficientes para cumplir con estas necesidades.
Pero las propiedades del marisco van más allá. Además de hierro, los mariscos también son ricos en vitamina B12, crucial para la función nerviosa y la formación de glóbulos rojos. Y no podemos olvidar, lógicamente, los abundantes ácidos grasos omega-3, reconocidos por sus beneficios para la salud cardiovascular y cerebral. Aunque su concentración es menor que en otros pescados grasos, la presencia de ácidos grasos omega-3 en las almejas refuerzan su estátus como un alimento que no solo deleita el paladar, sino que también contribuye al bienestar general del organismo.
Una receta histórica y sencilla
La historia de la paella se remonta al siglo XVIII, aunque su origen se estima aún más antiguo. Inicialmente, la paella surgió en entornos rurales valencianos, cocinada al aire libre sobre fuego de leña en una sartén amplia conocida como paellera. En aquel entonces, los ingredientes disponibles, como pollo, conejo, judías verdes y garrofón, eran utilizados para preparar este plato humilde, destinado a ser compartido entre familiares y amigos.
Con el transcurso del tiempo, pasó a formar parte de las mesas de la burguesía y la aristocracia valencianas. Su evolución culinaria trajo consigo la incorporación de ingredientes más sofisticados, como mariscos y especias exóticas, transformando así la paella en un plato de lujo. Hoy, existen muchas versiones: la paella valenciana clásica, la de carne, la de pescado, la de marisco, la de verdura o el famoso arròs al senyoret, entre tantas otras.
Si decidimos lanzarnos a elaborar un buen arroz, será suficiente con seguir unos sencillos pasos. En primer lugar, se procederá a preparar un sofrito en la paellera, incorporando luego los ingredientes del preparado y rehogándolos a fuego moderado hasta su completa integración.
Acto seguido, se agregará un litro de agua y, una vez que hierva, se verterán entre 70 y 100 g de arroz por comensal. Finalmente, se condimentará la paella al gusto y se cocinará a fuego medio durante aproximadamente 20 minutos. Si te atreves, pueden optar por esta exquisita paella de marisco, que hará las delicias de todos los que tengan la suerte de probarla.