El consumo de zumos de frutas 100% naturales siempre ha sido visto como una opción saludable, sobre todo en comparación con los procesados cargados de azúcares libres añadidos. De hecho, hasta no hace muchos años, los zumos eran considerados como equivalentes a una porción de fruta entera. Y aunque se puede sostener que conservan algunos nutrientes de su origen, no son lo mismo.
Algunos trabajos ya habían advertido de la relación entre el consumo mantenido de zumos de fruta y el potencial aumento de peso a largo plazo. Ahora, una nueva revisión publicada en JAMA Pediatrics respalda esta relación, que comenzaría ya en la infancia y se prolongaría hasta la edad adulta.
Hasta el momento, como explica la nueva revisión, la evidencia sobre la relación entre los zumos y el aumento de peso había arrojado resultados contradictorios. Pero ahora, al acumularse la evidencia científica, es posible llegar a conclusiones más potentes.
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De hecho, incluso en las Pautas Dietéticas de Estados Unidos se habla de zumo de fruta 100% natural como sinónimo de fruta entera. Y aunque recomiendan limitar los azúcares libres, no los extienden a los que se generan al exprimir la fruta. Esto ha llevado a que casi el 50% de niños y adolescentes consuman al menos un zumo de frutas diario, siendo los más pequeños precisamente los que más toman.
Así pues, para esta nueva revisión y metanálisis, se realizaron búsquedas en las bases de datos de MEDLINE, Embase y Cochrane hasta mayo de 2023. Se seleccionaron finalmente 42 estudios en total, incluyendo 17 estudios en niños (con 45.851 participantes en total) y 25 estudios en adultos (con 268.095 participantes).
De este modo hallaron una asociación positiva entre el consumo de zumos de fruta 100% natural y el aumento del IMC en niños, sobre todo en los más pequeños. Dicho de otro modo, a mayor consumo de zumos en menor edad, mayor era el aumento de peso asociado.
En adultos, sin embargo, el aumento de peso no se asoció a los zumos directamente como en la infancia, sino al exceso de calorías en forma de azúcares libres que contienen. Además, al analizar por edades, esta nueva revisión detectó que los niños menores de 11 años sufrían más los efectos del aumento de peso por cada porción de 230 ml que los niños de mayor edad.
Y a menor edad, mayores eran los perjuicios: los niños de 8 años o menos sufrían mayores aumentos de IMC, seguidos por los de 9 a 13 años, y los de 14 años o más. Los investigadores explican que sus hallazgos están en consonancia con las recomendaciones de la Academia Estadounidense de Pediatría, la cual recomienda que los niños menores de 6 años consuman menos de un vaso de zumo de fruta al día.
Así mismo, se recomendaría retrasar la introducción de estos zumos en los niños más pequeños, moderar el tamaño de los vasos y favorecer el consumo de fruta entera. Los autores recuerdan que los zumos de frutas, aunque sean naturales, dan lugar al consumo de azúcar líquido sin la matriz alimentaria de la fruta entera. Se consume menos fibra, no se necesita masticar ni hacer esfuerzo alguno, y por tanto la fructosa se absorbe rápidamente por el hígado.
Sin embargo, si se consume una fruta entera, tanto el esfuerzo de masticación como la fibra presente ralentizan la absorción de dicha fructosa naturalmente presente. Y, por supuesto, cabe recordar que para hacer una sola porción de zumo se suelen necesitar varias piezas de fruta. Este azúcar en formato líquido es fácil de consumir y absorber, con todas sus consecuencias.