Del arsénico al plomo: los alimentos cancerígenos que tomamos a diario en España según los médicos
Una revisión internacional alerta sobre la necesidad de mejora el control de los metales pesados en la alimentación, especialmente para los niños.
18 diciembre, 2023 10:22El problema de los alimentos contaminados por metales pesados no es nuevo, pero su estudio y preocupación cada vez es mayor. Un informe del Congreso de Estados Unidos del año 2021 ya dio la voz de alarma al detallar los elevados niveles de estas sustancias tóxicas detectadas en alimentos infantiles. Estos terminaron siendo retirados de los supermercados.
Ahora, dos nuevos estudios presentados en la Conferencia Anual de la Sociedad de Análisis de Riesgos (SRA) 2023 han proporcionado más información sobre la relación entre la exposición a metales pesados de los alimentos, y los diversos riesgos para la salud. Estos abarcan del cáncer hasta las enfermedades cardiovasculares.
Alimentos y metales: qué sabemos
Se sabe que los cultivos alimentarios pueden absorber metales pesados del suelo, el agua y el aire contaminados. Como resultado, existen trazas de metales pesados peligrosos (plomo, arsénico y cadmio) en alimentos comunes como el arroz, los cereales, los frutos secos y las espinacas.
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Por dicho motivo, Felicia Wu, científica de la Universidad Estatal de Michigan y presidenta de la SRA, ha presentado los resultados de dos de los estudios que dirige en la reunión anual de la sociedad. En el primero se evaluaron los riesgos para la salud de la exposición dietética al plomo, arsénico y el cadmio; en el segundo, se realizó una evaluación cuantitativa del riesgo de cáncer tras la exposición al arsénico.
Riesgos de la exposición
Los investigadores recopilaron datos sobre el consumo dietético de cada metal a través de diversas fuentes. Esto se hizo a partir de muestras de alimentos y agua, y en base a estudios e informes previos. Se analizaron los datos para determinar la fuerza de la asociación entre la exposición dietética y los potenciales efectos adversos para la salud, tanto cancerosos como no cancerosos.
El plomo se encuentra habitualmente en pinturas viejas, tuberías y suelos contaminados. A nivel alimentario, es posible detectarlo en tubérculos como la remolacha, pero también hay estudios donde se ha detectado en alimentos como los frutos secos o el chocolate negro. En este estudio, el plomo se habría asociado con un aumento de riesgo moderado-elevado de sufrir cáncer de pulmón, riñón, vejiga, estómago y cerebro.
Además, también se asoció con un aumento del riesgo moderado-elevado de enfermedades sanguíneas no cancerosas, enfermedades a nivel reproductivo, y enfermedades neurológicas, renales y respiratorias.
El arsénico, por su parte, se encuentra como contaminante del agua potable, en alimentos y en los suelos. Es posible encontrar arsénico en el arroz, el trigo y las verduras de hoja verde, entre otros ejemplos. En este caso, el arsénico también se habría relacionado con un mayor riesgo de cáncer de piel, vejiga, pulmón, riñón e hígado. También supone un mayor riesgo de sufrir enfermedades cutáneas, cardíacas, e inmunológicas, neurológicas, reproductivas y renales.
El cadmio, por otra parte, se encuentra en alimentos como los frutos secos, patatas, semillas, cereales, verduras de hoja verde, chocolate negro y en el humo del tabaco. También es un metal pesado que se encuentra en fertilizantes y en emisiones industriales. En este caso, el cadmio se asoció con un riesgo moderado-elevado de cáncer de próstata, riñón, vejiga, mama, páncreas y endometrio, además de un riesgo moderado-elevado de enfermedad renal, reproductiva, inmunológica y neurológica.
En este último caso, se detectó que los bebés y niños pequeños de entre 6 meses y 5 años son los más expuestos a este metal pesado a través de alimentos como arroz, espinacas, avena, cebada, patatas y trigo. Las exposiciones medias de cadmio que recibían algunos de estos niños excedían el nivel máximo tolerable establecido por las autoridades sanitarias.
Arsénico y cáncer de vejiga, pulmón y piel
En el segundo estudio, Wu y sus colegas midieron el riesgo de cáncer asociado a la exposición a arsénico. Se realizó una revisión exhaustiva de la evidencia científica en busca de estudios relevantes sobre la contaminación con arsénico inorgánico presente en diversos productos alimenticios.
Se determinó el potencial riesgo de cáncer asociado a partir de los datos sobre niveles de arsénico presente en los alimentos. Estos datos se extrajeron de agencias reguladoras como la FDA y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Según sus estimaciones preliminares, cada año se producen más de 6.000 casos adicionales de cáncer de vejiga y pulmón, y más de 7.000 casos de cáncer de piel atribuibles al consumo de arsénico inorgánico. Entre los productos alimenticios que se asociaron con un mayor riesgo de cáncer destacaban el arroz, trigo y vegetales de hoja verde.