La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), dependiente del ministerio de Consumo y Sanidad, ha emitido una alerta por la presencia de alérgenos no declarados en una popular marca de sopa soluble comercializada en supermercados de España. Esto supone un potencial riesgo sanitario para los consumidores que sufran una reacción alérgica o de intolerancia alimentaria ante este ingrediente, que podrían consumir inadvertidamente.
En concreto, AESAN ha alertado de la presencia de la presencia de mostaza no declarada en la sopa jardinera, de la marca Auchan, un ingrediente no incluido dentro del etiquetado nutricional. Como medida de precaución, recomienda a aquellas personas con alergia a la mostaza que se abstengan de consumir este producto, pero precisa que su consumo no comporta ningún riesgo para el resto de la población.
El producto afectado es el envase en dos sobres de 80 gramos, cuyo número de lote es el '0810D3' y fecha de consumo preferente de abril del 2025. La alerta ha sido trasladada por las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI).
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Un alimento poco recomendable
El problema de las sopas de sobre es que distan mucho del plato tradicional del que cogen el nombre por lo que "no son recomendables y la gente debería evitarlas", explica Laura Llorente, nutricionista del Centro de Nutrición Aleris, a EL ESPAÑOL.
"Al final lo que estamos tomando es agua con un potenciador de sabor y una cantidad ingente de sal, esto pasa tanto con las sopas de sobre como con los Yatekomo", insiste la especialista, que deja claro que bajo ningún concepto las recomendaría, aunque sí ciertos caldos que vienen en brick.
El ingrediente más presente en estos paquetes es la pasta alimenticia, aunque no el mayor de los problemas. Llorente destaca que "es pasta blanca y deberíamos intentar que las pastas que consumamos sean integrales, para que el índice glucémico sea inferior".
Los ingredientes que se disputan el segundo y el tercer puesto en la receta (los que están más presentes) son los principales motivos por los que evitar las sopas de sobre: la sal y el glutamato monosódico.
La revista Consumer analizó hace unos años los principales productos comerciales que podemos encontrar en los supermercados. "Podremos confirmar que en las sopas de pollo, ave y ternera, el ingrediente principal no es la carne, sino la pasta, con una proporción que va desde el 69 % de la Sopa de Pollo Knorr hasta el 76 % de la Sopa de Ave y Fideos Gallina Blanca", advertían.
En cualquier caso, Consumer consideraba que no se puede hablar de engaño al consumidor porque un caldo casero también contendría una mínima cantidad de carne después de cocinarlo. "En el plato final no queda casi nada de ellos, más allá del sabor, el aroma y algún pequeño trozo. Algo parecido a lo que ocurre en las sopas comerciales".
Finalmente, la revista destacaba la presencia de grasas -"se emplean, sobre todo, para aportar sabor y mejorar la textura, y varía entre los diferentes productos"- y de sal- "está presente en cantidades notables, en torno a 2 gramos por ración".