Desde el sureste asiático nos llegan nuevas formas de compensar la excesiva cantidad de carne roja y grasas que tienen las dietas actuales y de una forma económica. Y es que, a pesar de correspondernos la dieta mediterránea, cuyos beneficios han sido reconocidos por la ciencia, el aumento del precio de muchos alimentos nos lanzan a los brazos de alimentos procesados y poco o nada saludables.
La soja es la base de muchos de estos ingredientes y preparados que se presentan como alternativa y aliados de una dieta saludable. Es el caso del tempeh, un nombre que quizá, así de primeras, no resulte familiar, pero que se ha ido popularizando en estos últimos tiempos, aunque viene de lejos.
De hecho, en el libro Serat Centhini, una compilación de doce volúmenes de cuentos y enseñanzas javaneses (grupo étnico nativo de la isla de Java), publicada en 1814, ya hay referencia a este preparado como un alimento base para la población de esta isla de Indonesia.
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Este preparado no tiene nada que envidiarle al chuletón. Además, le supera por partida doble, ya que es más saludable y sostenible que la carne, De hecho, está considerado un cultivo sostenible, ya que la soja son legumbres fijadoras de nitrógeno que no requieren de fertilizantes nitrogenados para salir adelante.
El tempeh se obtiene mediante la fermentación controlada de la soja cocida. Este proceso, que involucra la acción de la bacteria Rhizopus oligosporus, transforma este alimento en un producto sólido y moldeable con un sabor único y un alto valor nutricional. Asimismo, al ser un alimento fermentado, se convierte en una fuente de probióticos, lo que contribuirá a una mejora de nuestra microbiota y de nuestro sistema inmune.
Fuente de proteínas vegetales
El tempeh se ha ganado la reputación de ser una fuente excepcional de proteínas vegetales. Cuenta con alrededor de 19 gramos de proteína por cada 100 gramos, superando así a otros alimentos vegetales como el tofu y a las proteínas que tiene la carne animal. Esto lo convierte en una opción ideal para vegetarianos y veganos, así como para aquellos que buscan reducir su consumo de carne sin sacrificar el aporte proteico.
Sin embargo, no contiene proteína vegetal completa, ya que faltan los aminoácidos metionina y cisteína. Un problema cuya solución es la incorporación de cereales en la dieta diaria, no tiene que ser en la misma comida. Lo bueno es que suple este déficit siendo una gran fuente de vitamina B12, un nutriente que escasea en las dietas veganas, gracias al proceso de fermentación con el que se elabora.
El tempeh no es solo rico en proteínas, también es una fuente de nutrientes esenciales. Contiene una gran variedad de vitaminas y minerales, incluyendo hierro, calcio y magnesio. Además, es una excelente fuente de fibra dietética, lo que lo convierte en un aliado para la digestión y la salud intestinal.
Beneficios para la salud
Su consumo regular se ha asociado con varios beneficios para la salud. Gracias a su contenido de isoflavonas, compuestos naturales presentes en la soja, ha sido objeto de estudio por sus potenciales efectos en la prevención de enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer, especialmente el cáncer de mama y de próstata, tal y como revelan algunos estudios.
La inclusión de tempeh en la dieta también puede contribuir al control del peso y la prevención de la diabetes tipo 2. Su combinación de proteínas y fibra ayuda a mantener la saciedad, lo que puede reducir el consumo calórico total. Además, se ha observado que los fitoquímicos presentes en la soja pueden mejorar la sensibilidad a la insulina, un factor clave en la diabetes tipo 2.
También, las isoflavonas presentes en este preparado pueden ser beneficiosas para la salud ósea, ya que ayudan a prevenir la pérdida de densidad ósea en mujeres posmenopáusicas. Este efecto se debe en parte a la similitud de las isoflavonas con el estrógeno, una hormona que juega un papel importante en la salud ósea.