En la cultura gastronómica española, la carne ha ocupado un lugar de prominencia a lo largo de los años. Se estima que cada ciudadano español consume en promedio alrededor de 47,6 kilogramos anualmente. Los profesionales de la nutrición enfatizan la importancia de una dieta equilibrada y saludable que englobe todos los grupos de alimentos y, en esta línea, la carne emerge como una fuente valiosa de proteínas de alto valor biológico, micronutrientes esenciales como la vitamina B12, hierro, potasio y zinc.
Sin embargo, no todas las carnes son iguales. En este punto, la elección se vuelve crucial para aquellos que buscan perder peso o mantener una alimentación saludable. Aquí las carnes blancas toman protagonismo, presentando niveles de grasa significativamente menores en comparación con sus contrapartes rojas, que no son muy bien vistas por organismos como la OMS.
El pollo ha conquistado las mesas españolas, posicionándose como una de las carnes más consumidas. Más allá de su popularidad, el pollo destaca por su perfil nutricional, caracterizado por su bajo contenido de grasa, oscilando entre un 3% y un 10%.
Pollo, magro y nutritivo
En términos generales, cada 100 gramos de pollo proporcionan alrededor de 120 kilocalorías. "La pechuga de pollo, uno de sus cortes más apreciados, se distingue por ser especialmente bajo en calorías y grasa", explica María Ángeles Escribano, nutricionista-dietista.
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Asimismo, el pollo se revela como una fuente valiosa de proteínas y minerales esenciales como el hierro y el magnesio.
Su versatilidad culinaria lo convierte en una opción para casi cualquier plato y receta, siendo una elección óptima para aquellos con estómagos sensibles. En Mercadona, la bandeja de pechuga entera de pollo, que está a 5,79 el kilo, es una muy buena opción para incluir la carne en la dieta sin necesidad de recurrir a la carne roja.
Pavo, muy poco graso
El pavo, caracterizado por su bajo contenido graso, ocupa un lugar destacado en la selección de carnes blancas. Con tan solo un 2,2% de grasa en su composición, esta carne se consolida como un componente esencial en una dieta equilibrada y saludable.
Cada porción de 150 gramos aporta alrededor de 161 kilocalorías, además de ser rico en proteínas y bajo en sodio. Esta carne también es de las más vendidas en Mercadona, donde el kilo de filete de pechuga de pavo sale por 8,44.
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Es importante diferenciar entre los filetes de pechuga de pavo y el fiambre de pavo, ya que son dos productos con propiedades y origen diferentes. Mientras el primero son partes directas del animal, el embutido es una carne procesada en la que no sólo hay pavo, sino otros ingredientes no tan saludables, tal y como explicaba EL ESPAÑOL.
Conejo, una joya nutricional
El conejo, una carne blanca por excelencia, no debe pasarse por alto en la búsqueda de una alimentación equilibrada y orientada hacia la pérdida de peso. Su contenido graso, limitado a 2,32 gramos, se combina con una cantidad significativa de proteínas y micronutrientes esenciales como el hierro, selenio y vitaminas del complejo B.
La versatilidad culinaria del conejo lo convierte en un ingrediente esencial para una variedad de platos deliciosos. En Mercadona, el conejo troceado sale a 8,95 el kilo, una opción cárnica bastante asequible, baja en grasa y rica en aminoácidos.
"Una ración de esta carne blanca de unos 200 gramos aporta unos 45 gramos de proteínas de más calidad a las de origen vegetal gracias a su composición de aminoácidos, similar a la que utiliza el organismo a la hora de sintetizar sus propias proteínas", señala Escribano.
El conejo también es rico en potasio, fósforo, selenio y vitaminas B3, B6 y B12, que ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga, además de mantener el correcto funcionamiento de los músculos y los huesos.