El Instituto de la Grasa (IG), adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha publicado una nueva clasificación de los aceites y grasas comestibles a disposición del consumidor según su perfil nutricional y saludable. Según el artículo que publican en la revista Nutrients, los investigadores proponen este nuevo sistema de puntuación como ayuda para realizar las mejores elecciones, ya que los modelos actuales pueden resultar confusos a la hora de hacer la compra.
"Los aceites y grasas son una parte esencial de la dieta humana", explica el CSIC en una nota de prensa". "Durante años, las grasas y aceites comestibles han estado en el punto de mira por su alto contenido calórico e incluso por su relación con las enfermedades cardiovasculares, no siempre de forma acertada y con suficiente evidencia científica. En consecuencia, algunos aceites como los refinados o los altos en ácidos grasos omega-6 han recibido una mala prensa, no siempre justificada".
Así, el nuevo modelo de clasificación parte de la evaluación de la constitución de los compuestos de naturaleza lipídica en cada aceite y grasa. Un algoritmo ha asignado una puntuación para cada compuesto en función de la recomendación dietética y alegación saludable formulada por las principales organizaciones internacionales. Al final del proceso, los puntos se sumaron, obteniendo un 'ránking' de acuerdo al percentil correspondiente.
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De los 32 aceites comestibles evaluados, el ganador sin sorpresa fue el aceite de oliva virgen, con una puntuación de 100. Extraído con métodos tradicionales, destaca por su contenido en ácido oleico (55-83 % del total), fenoles como el hidroxitirosol con actividad antioxidante; esteroles, que reducen el colesterol plasmático; y los tocoferoles (vitamina E). Cuenta además con elementos como el escualeno, el β-caroteno, los triterpenos, los pigmentos o los alcoholes grasos.
Sin embargo, el segundo puesto se reparte ex aequo entre tres aceites diferentes. El primero es el aceite refinado de oliva, que ha perdido algunas propiedades con respecto al virgen por el prensado industrial. El segundo es el aceite de lino, con propiedades nutricionales interesantes pero mucho más caro. El tercero es el aceite de orujo de oliva. Tradicionalmente, se ha considerado 'inferior' porque aprovecha los restos de la producción: pulpa, piel y huesos de las aceitunas. El CSIC certifica ahora que es igual de sano, costando el litro de 70 céntimos a dos euros y medio menos que el aceite de oliva.
"Todos los aceites vegetales, excepto la margarina y el aceite de coco, así como las grasas del pescado clasificaron por encima del 50", aclara la nota de prensa del CSIC. El resto de grasas animales evaluadas -mantequilla, manteca, sebo, tocino- puntuaron por debajo de 50, por lo que no se consideran saludables. Los ácidos grasos saturados, finalmente, fueron considerados los principales predictores de la puntuación y la calidad nutricional de los aceites.
"En muchas ocasiones, a los científicos, pero también a los dietistas-nutricionistas, nos preguntan cuál es el aceite más saludable o si un aceite determinado es más saludable que otro. Hasta hoy, dábamos una respuesta, que, si bien estaba basada en nuestros conocimientos en la materia, no tenía un respaldo en un estudio concreto. Con el score que proponemos en este estudio, esperamos dar precisamente ese respaldo, dado que los criterios que hemos empleado son los de las recomendaciones dietéticas y alegaciones en salud de las principales organizaciones internacionales", indica el investigador principal del estudio, Javier Sánchez Perona.