La Dieta Mediterránea sigue acumulando evidencias de sus beneficios en los estudios más recientes. Se ha relacionado en varias ocasiones con un menor riesgo de demencia y riesgo cerebrovascular, y hay razones probadas desde hace años para defender que este patrón dietético es especialmente beneficioso para el corazón.
Ahora, un estudio recién publicado en la revista Heart corrobora no solo el potencial protector de la dieta mediterránea, sino sus beneficios particulares en las mujeres. En concreto, se ha llegado a apreciar hasta un 25% menos de riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad en aquellas que siguen con continuidad la dieta.
Las enfermedades cardiovasculares representan más de un tercio de todas las muertes de mujeres en el mundo, y son la primera causa de mortalidad para las mujeres de España según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se sabe que una dieta saludable es esencial para prevenirlas, pero los investigadores señalan que los ensayos clínicos más relevantes han incluido a relativamente pocas mujeres, o bien no han informado de sus resultados por sexo.
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Además, cabe recordar que las pautas actuales sobre riesgo cardiovascular no suelen diferenciar los consejos de salud según el sexo de cada persona. Para orientar la práctica clínica, rastrearon las bases de datos de investigación en busca de estudios que analizasen el impacto potencial de seguir una dieta mediterránea en la salud cardiovascular de las mujeres, así como su protección frente al riesgo de muerte.
Recordemos que una dieta mediterránea se basa en los siguientes grupos de alimentos:
- Granos enteros (integrales).
- Frutas.
- Verduras.
- Frutos secos y semillas.
- Legumbres.
- Pescados y mariscos.
- Aceite de oliva.
En este caso, los investigadores hallaron 190 estudios relevantes en las bases de datos, pero finalmente solo incluyeron 16 trabajos publicados entre 2003 y 2021 en sus análisis de datos agrupados. Se llevaron a cabo principalmente en Estados Unidos y Europa, donde participaron más de 700.000 mujeres de 18 años o más. Su salud cardiovascular se controló durante un promedio de 12,5 años.
Según resultados, seguir una dieta mediterránea se asociaría con un riesgo un 24% menor de enfermedad cardiovascular y un riesgo de un 23% menor de mortalidad por cualquier causa en mujeres. Así mismo, el riesgo de enfermedad coronaria fue un 25% menor. El riesgo de ictus también fue menor, pero no estadísticamente significativo, en las mujeres con mayor adherencia a la dieta respecto a las que tenían menor adherencia.
Aún con todo, los investigadores reconocen varias limitaciones en sus hallazgos: todos los estudios analizados fueron observacionales y se basaron en cuestionarios de frecuencia alimentaria autoifnormados. Además, los ajustes para los factores potencialmente influyentes variaron entre los estudios incluidos.
Algunas de las hipótesis barajadas por los investigadores serían los efectos antioxidantes y del microbioma intestinal de la dieta mediterránea sobre la inflamación y los factores de riesgo cardiovascular. Además, algunos componentes de la dieta como los polifenoles, nitratos y ácidos grasos omega-3, además de la riqueza en fibra o la baja carga glucémica, podrían contribuir por separado a un mejor perfil cardiovascular.
Sin embargo, como también explican, los mecanismos que explican la relación entre dieta mediterránea y efectos específicos por sexo en cuanto a riesgo cardiovascular se refiere aún no están claros. La menopausia prematura, preeclampsia, diabetes gestacional u otros factores de riesgo predominantemente femeninos como el lupus sistémico pueden aumentar el riesgo cardiovascular de forma independiente. Una dieta antiinflamatoria como la dieta mediterránea sería una buena opción en este caso.
En declaraciones a SMC, Dolores Corella, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia, e investigadora del CIBER Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), hace hincapié en la necesidad de realizar mejores estudios estratificados por sexo. "Hacen falta más estudios originales bien diseñados para constatar que el efecto de la dieta mediterránea es mayor en mujeres. Es necesario contar con mejores cuestionarios para medir la dieta en hombres y mujeres, incluyendo variables de confusión como embarazos o menopausia, entre otros".