El estreñimiento es un problema considerable de salud pública. A mayor edad, más común es esta dolencia, y a pesar de la cantidad de población creciente que tiende a sufrir estreñimiento de corto o largo plazo, los tratamientos farmacológicos no parecen ser determinantes.
Sin embargo, un remedio popular pasa por consumir alimentos ricos en fibra como el kiwi para aliviar el estreñimiento y el malestar que provoca. Si bien se había estudiado su efectividad anteriormente, no ha sido hasta ahora cuando se ha realizado un gran estudio internacional para corroborar su potencial. Así, se puede confirmar que el kiwi es un buen tratamiento contra el estreñimiento, y en muchos aspectos.
Así lo plantea un nuevo trabajo publicado en The American Journal of Gastroenterology. El kiwi puede aumentar la frecuencia de las deposiciones en personas con estreñimiento, pero también mejorar la consistencia de las heces e incluso mejorar síntomas de indigestión, reflujo y dolor abdominal.
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El equipo del Dr. Richard Gearry, profesor de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda), realizó un ensayo internacional multicéntrico controlado para determinar si realmente el kiwi sería un buen tratamiento contra el estreñimiento. Se sabe que la fibra que se encuentra en las paredes celulares del kiwi se hincha y retiene agua, lo que puede ablandar las heces y aumentar su frecuencia. Otros componentes de esta fruta, como los ráfidos, pueden alterar la producción de mucina, mejorando la laxación.
Estudios previos habrían sugerido que el consumo regular de kiwi verde fresco puede ser efectivo para tratar el estreñimiento, pero eran de pequeño tamaño y con criterios no estandarizados, según los investigadores. Sin embargo, en este nuevo trabajo se han centrado en el kiwi de forma específica, dejando de lado otras fibras.
Gearry y sus colegas reclutaron adultos de Nueva Zelanda, Italia y Japón con estreñimiento funcional o síndrome del intestino irritable con estreñimiento predominante (SII-E). También escogieron a un grupo de personas que funcionaría como control. Cabe recordar que la diferencia entre el estreñimiento funcional y el SII-E es que las personas con síndrome del intestino irritable suelen sufrir dolor abdominal, como comentan los mismos investigadores.
En total se estudio el caso de 184 participantes (136 mujeres y 48 hombres) con una edad media de 30,5 años y un índice de masa corporal medio de 20,6 en Japón; 36,9 años y un IMC de 23 en Italia; y 44,8 años y un IMC de 25,4 en Nueva Zelanda. Durante las 2 semanas siguientes, se les acostumbró a registrar sus movimientos intestinales con respecto a la frecuencia, integridad, espontaneidad y forma de las heces, su uso de laxantes y su grado de esfuerzo.
Posteriormente, fueron asignados al azar para consumir dos kiwis maduros verdes sin piel al día, o bien 7,5 g de psylium por día durante 4 semanas. El psyllium es un tratamiento de primera elección para el estreñimiento, con un contenido de fibra similar al del kiwi. Transcurrido este tiempo, se realizó un descanso de otras 4 semanas o "lavado", y se volvió a reiniciar el tratamiento pero intercambiado.
Así, los participantes que habían consumido kiwi cambiaron a psyllium, y viceversa, constituyendo así un ensayo cruzado con lavado intermedio. También se les proporcionaron dos supositorios de 5 g como terapia de rescate farmacológica. Finalmente, 169 participantes completaron el estudio redactando al menos el 80% de su diario.
Según los resultados del estudio, los participantes con estreñimiento funcional que comieron kiwi mostraron un aumento promedio de 1,53 deposiciones por semana. Por su parte, los participantes con SII-E mostraron un aumento de 1,73 deposiciones semanales. Ambos grupos informaron de una mejor comodidad gastrointestinal según la escala de calificación de síntomas gastrointestinales. Por su parte, la frecuencia de las deposiciones en los participantes sanos no aumentó.
Por otro lado, entre los participantes que tomaron psyllium, solo aquellos con SII-E experimentaron un aumento en la frecuencia de sus deposiciones, de hasta 1,87 más a la semana, o una disminución de sus síntomas gastrointestinales. Así mismo, los participantes que comieron kiwi experimentaron un ablandamiento de sus heces, un menor esfuerzo, y una mejora en su calidad de vida en general. Además, estas mejoras en su esfuerzo y consistencia de las heces eran superiores al uso de psyllium, según los mismos participantes.
Como conclusión, los investigadores sugieren que sería factible y seguro recomendar el consumo de dos kiwis verdes al día como forma de tratar el estreñimiento en personas con estreñimiento funcional o SII-E. En este caso, cabe puntualizar que existen otros tipos de estreñimiento secundarios a otras enfermedades o incluso a la toma de determinados fármacos. Se trata de casos más específicos donde no se ha estudiado el potencial del consumo de kiwi.