Además de ser esencial en la etapa de crecimiento de los niños, la leche sigue siendo un alimento muy importante también para la población adulta, ya que es un fuente de nutrientes clave para una mantener una buena salud ósea. Sin embargo, en los últimos años su consumo se ha visto notablemente reducido, lo que ha puesto de manifiesto déficits de ingesta de calcio y vitamina D en la población española. En concreto, ocho de cada diez españoles no llegan a las Ingestas Dietéticas Recomendadas (IDR), según el "Calciómetro", una calculadora online desarrollada por el Instituto Puleva de Nutrición, que han completado ya más de 150.000 personas en España.
Para niños de entre 4 y 8 años se recomienda un consumo diario de 800-1.200 mg de calcio y de 1.200 a 1.500 mg en jóvenes de 9 a 24 años. En las personas con edades comprendidas entre 50-60 años lo ideal es llegar a los 1.000 mg al día y en los mayores de 60 años, 1.500 mg, de acuerdo con las cifras publicadas por diversos organismos de referencia, que recoge el artículo Leche y productos lácteos como vehículos de calcio y vitamina D: papel de las leches enriquecidas, elaborado por investigadores del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos José Mataix de la Universidad de Granada, y que ha sido publicado en la revista Nutrición Hospitalaria.
Llegar a estos objetivos es esencial en cada etapa evolutiva del individuo, sobre todo durante los primeros años de vida, la pubertad y la vejez. Hasta los dos años, la leche sigue siendo la principal fuente de proteína y durante la adolescencia también resulta fundamental, dado que se inicia la densificación de los huesos. Una vez alcanzada la edad adulta, el consumo recomendado de leche puede llegar a disminuir el riesgo de fracturas osteoporóticas.
Expertos, diferentes fundaciones de nutrición y sociedades pediátricas coinciden en remarcar los riesgos a corto y medio plazo que la baja ingesta de calcio y vitamina D tiene para la salud. A su juicio la leche y los productos lácteos son la principal fuente dietética de calcio, no solo por la cantidad de este mineral que contienen sino también por su biodisponibilidad, superior a la de otros alimentos.
La leche y los lácteos son la mejor fuente de calcio de la dieta
Los lácteos son alimentos difícilmente sustituibles en nuestra dieta si nos atenemos al valor nutricional que aportan. En el caso concreto del calcio, existen otros alimentos que lo contienen (almendras, cigalas, brócoli, etc…) pero cuentan con el hándicap de la biodisponibilidad de ese calcio, la cantidad de este nutriente que puede ser realmente útil para nuestro organismo.
En los últimos años, muchas familias han optado por sustituir la leche por bebidas vegetales, como las bebidas de soja, avena, arroz y coco, entre otras. Sin embargo, estas bebidas no contienen calcio naturalmente presente, como en la leche, sino que suele ser calcio añadido en forma de sales, con la pérdida de biodisponibilidad que esto supone. Los expertos son claros al respecto: las bebidas vegetales no deben consumirse como sustitutivos de la leche, ya que no son comparables nutricionalmente y, por tanto, no son fuentes de elección de calcio, y no pueden satisfacer al mismo nivel de la leche las necesidades nutricionales de este micronutriente.
El efecto de cambiar el vaso de leche habitual
Sustituir los vasos de la leche convencional por leche enriquecida ayuda a que todos los miembros de la familia puedan cubrir una parte importante de los requerimientos nutricionales necesarios. Sin embargo, teniendo en cuenta que no todas las leches enriquecidas son iguales, es importante leer siempre el etiquetado y comparar para acertar.
Las leches enriquecidas de Puleva con Calcio, Fósforo y Vitaminas D y K ayudan a alcanzar las ingestas necesarias de manera más sencilla que con las leches convencionales. De hecho, en el artículo de Leche y productos lácteos como vehículos de calcio y vitamina D: papel de las leches enriquecidas se concluye que con un solo vaso de leche enriquecida con 1.800 mg/l de calcio y 1.200 UI/l de vitamina D se podría alcanzar entre el 50% y el 75% de las ingestas recomendadas de estos micronutrientes.
La mejora en las ingestas recomendadas según el tipo de leche consumida se ha puesto de manifiesto en los resultados del “Calciómetro”, del Instituto Puleva de Nutrición. El estudio ha demostrado que, a diferencia de lo que ocurre con la leche clásica (sea entera, semidesnatada o desnatada), cuando la leche consumida es enriquecida con calcio, sí se alcanzan las recomendaciones, excepto en el caso de las mujeres embarazadas (se quedan en el 90%) y las mujeres mayores de 65 años (en el 91%).
Los datos que aporta el Calciómetro coinciden con los de otros estudios. El hecho de que el tramo de cuatro a nueve años alcance las recomendaciones tiene que ver en parte con que las leches enriquecidas se consumen en más hogares (en torno al 25% del total) y también a que la frecuencia de consumo es más alta que en otros tramos de edad, según datos del 'Consumer Panel' de Kantar (TAM 2/2020). También existe una correlación entre la penetración de las leches enriquecidas (es menor conforme aumenta la edad) y en qué medida cada tramo de edad alcanza las recomendaciones (en el gráfico se ve cómo conforme avanzamos en edad, se está más lejos de alcanzar las recomendaciones). Solo mejora algo la situación en el tramo de 65 años y más cuando consumen leches enriquecidas, un hecho que coincide con los datos de penetración de la consultora, ya que este es el segundo segmento de población con más hogares consumidores de leches enriquecidas (16%).
De acuerdo con el Instituto Puleva de Nutrición, "un 60% de quienes han cumplimentado El Calciómetro ya ha tomado medidas para mejorar su situación, añadiendo alimentos ricos en calcio a su dieta". Y concluye: "Gracias a su composición, la leche –y en particular la enriquecida, que se confirma como la clave para alcanzar las recomendaciones- es la mejor aliada para ingerir este mineral, además de aportar vitaminas, proteínas y fósforo, que favorecen su absorción en mayor medida que otros alimentos. Por ello es la mejor fuente, por cantidad y calidad de calcio por ración, respecto a otros alimentos".