Se sabe que mantener un estilo de vida saludable es crucial para mejorar tanto la calidad de vida como la esperanza de vida, no solo a nivel cardio y cerebrovascular, sino también como forma de prevenir un gran porcentaje de los tipos de cáncer más prevalentes, además de mejorar la salud metabólica e intestinal.
En este último aspecto, las enfermedades inflamatorias intestinales o EII, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, han aumentado significativamente en los últimos años. Actualmente se calcula que afectan a 3 millones de personas en Estados Unidos y 1,3 millones de personas en Europa, afectando cada vez más a los países recientemente industrializados.
Sin embargo, habrían formas de evitar al menos el 60% de estos casos manteniendo un estilo de vida saludable, según un reciente estudio publicado en la revista Gut: modificando hasta nueve factores de estilo de vida, más de la mitad de los casos de EII podrían evitarse.
Para llegar a esta conclusión, los autores de este gran estudio internacional se basaron en datos de los participantes del Estudio de Salud de Enfermeras I y II (NHS y NHSII), y del Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud (HPFS). Ya en investigaciones previas se habría relacionado la EII con varios factores de estilo de vida, pero no estaba claro si adoptar y mantener un estilo de vida saludable a largo plazo puede reducir el riesgo de llegar a desarrollar estas enfermedades como tal.
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Así pues, se analizaron de 121.700 enfermeras de 30 a 55 años de 11 estados de EE.UU. en el estudio NHS iniciado en 1976, a 116.429 enfermeras de 25 a 42 años de 15 estados de EE.UU. del NHSII iniciado en 1989, y a 51.529 médicos varones de 40 a 75 años de todo EE.UU. del HPFS iniciado en 1986.
Se crearon tablas de puntuación de riesgo modificables o MRS para cada participante en función de los factores de riesgo modificables establecidos para las EII, con el objetivo de estimar la proporción de casos de inflamación intestinal que podrían haberse evitado. El MRS varió de 0 a 6, con puntuajes más altos que indicarían más factores de riesgo. Dichos factores de riesgo serían: el peso e IMC, el tabaco, uso de fármacos antiinflamatorios o AINEs, nivel de actividad física, ingesta diaria de frutas, verduras, fibra, ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) y carne roja.
Posteriormente, los investigadores calcularon la proporción de casos evitables si se adoptase y mantuviese un estilo de vida saludable en general a largo plazo. Se asignaron puntuaciones de 0 a 9 para cada participante. A mayor puntuación, mejor estilo de vida. Así pues, los nueve factores de estilo de vida saludable serían:
- IMC entre 18,5 y 25 (normopeso).
- No fumar.
- Realizar al menos 7,5 MET semanales (MET expresa la cantidad de energía gastada, en calorías, por minuto de actividad física).
- Consumir al menos 8 porciones de frutas y verduras al día.
- Consumir menos de media ración diaria de carne roja.
- Consumir al menos 25 gramos de fibra diarios.
- Consumir al menos 2 raciones de pescado semanales.
- Consumir al menos media ración diaria de frutos secos y/o semillas.
- Consumir, como máximo, 1 ración de alcohol diaria para mujeres o 2 para hombres.
Así pues, durante el periodo de seguimiento de los estudios (NHS y HPFS entre 1986 y 2016, y el NHSII entre 1991 y 2017), se notificaron 346 casos de enfermedad de Crohn y 456 casos de colitis ulcerosa.
Según las puntuaciones de riesgo modificables o MRS, se estmó que una MRS baja podría haber evitado entre un 43% y 44,5%, respectivamente, de los casos de enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa. Así mismo, mantener un estilo de vida saludable podría haber evitado el 61% de los casos de enfermedad de Crohn y el 42% de los casos de colitis ulcerosa.
Por otro lado, para validad sus hallazgos, los investigadores aplicaron los mismos sistemas de puntuaje en datos de tres grandes estudios europeos: la cohorte sueca de mamografía (37.275 participantes), la cohorte de hombres suecos (40.810 participantes) y la Investigación Prospectiva Europea sobre Cáncer y Nutrición (404.144 participantes). Gracias a dichos cálculos se objetivó que una MRS baja y un estilo de vida saludable podría haber prevenido, respectivamente, del 44% al 51%, y del 49% al 60.5% de los casos de enfermedad de Crohn por un lado, y del 21% al 28% y del 47% al 56.5% de los casos de colitis ulcerosa en estos tres grandes grupos de participantes. Resultados similares a los datos de Estados Unidos.
Para finalizar, cabe destacar que, a pesar de poseer un elevado número de participantes de diversos orígenes, con un gran periodo de seguimiento, este estudio no deja de ser observacional y no puede establecer una relación causal entre factores de riesgo, factores protectores y enfermedad inflamatoria intestinal. Además, también se objetivó que la edad promedio de diagnóstico de EII fue mayor de lo habitual en su trabajo, y no se consideraron los factores de estilo de vida tempranos que podrían haber tenido cierta influencia: toma de antibióticos en la infancia o adolescencia, lactancia materna, exposición a contaminación o estrés, y factores socioeconómicos.