El popular bocata con fama de inocente en España que se relaciona con el cáncer de colon
Pan con mortadela es una de las meriendas más populares de nuestro país, pero este embutido forma parte de las carnes procesadas.
1 octubre, 2022 04:07Recurrir a un bocadillo de mortadela a la hora de la merienda es algo que ha hecho más de uno. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la mortadela es un embutido o fiambre clásico. Se trata de una pasta fina de carne de cerdo mezclada con trozos de tocino y especias y, que se envasa y se somete a una cocción. En ocasiones se mezcla con otros ingredientes, como pimientos, aceitunas o trufa. Por no hablar de esas extrañas variedades con surimi de pescado.
Es un alimento que tiene bastante éxito en la charcutería y no sólo porque sea del gusto de los más pequeños de la casa, como ocurría antaño, sino que entre los adultos sigue siendo protagonista. "Muchos de mis clientes llegan confundidos respecto a la mortadela, embutido que relacionan con las lonchas de pavo, probablemente por su color rosado y por el formato", señala Concepción Martínez, nutricionista.
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"En una dieta de pérdida de peso suelo añadir habitualmente lonchas de pavo, siempre sin sal y con el mayor porcentaje de pechuga de pavo posible, pero nunca mortadela. Son productos muy diferentes, siendo esta última más grasa y con mucha sal", añade la experta.
Otra de las teorías que explica el motivo por el que este embutido nos puede parecer sano es porque al principio se comercializó desde Italia como un producto gourmet y artesano, "dándole un toque de distinción frente al resto de embutidos o fiambres", como detallaba Miguel Ángel Granado, experto en seguridad alimentaria y responsable de Food & Safe, en EL ESPAÑOL.
Calificada como carcinógena
El poco valor nutricional que pueda tener queda eclipsado por varios de sus ingredientes nada saludables y la calificación que recibe por parte de El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), que depende de la Organización Mundial de la Salud. Como carne procesada, la mortadela es catalogada como carcinógena para los humanos (Grupo 1).
Algunas de las investigaciones que respaldan esta categoría concluyen que el riesgo de padecer cáncer de colon se incrementa en un 20% al consumir 25 gramos de carne procesada diariamente, como revela un estudio de la Universidad de Oxford.
"Suelo recomendarles que embutidos de este estilo sólo los prueben en celebraciones como Navidad, cuando es más complicado andar con remilgos culinarios sin llamar la atención de la familia", subraya Martínez.
La mortadela, al igual que el chóped, además de carne de cerdo y unas pocas olivas, contiene grasas que se extraen de partes como el tocino y el hígado, al que se le añaden distintos aditivos como aromas, conservantes y colorantes, además de mucha sal, llegando en ocasiones a tener poco más de un 50% de contenido cárnico.
Por eso, muchos nutricionistas meten a estos embutidos en el mismo grupo que el jamón de York e, incluso, las salchichas frankfurt, alimentos poco saludables, cuyo consumo se debería evitar.