La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), que depende del Ministerio de Consumo, ha advertido de la presencia de gluten en el producto cárnico 'Cordon Blue Extra', en el que consta incorrectamente la mención "sin gluten". Se trata de una alerta para personas celíacas, pues el consumo de este producto no tiene ningún riesgo para el resto de la población.
De acuerdo con la información facilitada, el producto se ha distribuido en la Comunidad de Canarias. Los datos del producto implicado figuran a continuación. Nombre del producto: Cordon Bleu Extra. Nombre de la marca: JC JUCARNE. Aspecto del producto: Envase plástico. Número de lote: 220730. Fecha de caducidad: 08/08/2022. Temperatura: Refrigerado.
"Esta información ha sido trasladada a las autoridades competentes de las comunidades autónomas a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), con el objeto de que se verifique la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización", explica AESAN en un comunicado. "Como medida de precaución, se recomienda a las personas con problemas derivados de la ingesta de gluten, que pudieran tener el producto anteriormente mencionado en sus hogares que se abstengan de consumirlo".
Cuándo es nocivo el gluten
El gluten es una proteína que se encuentra presente en cereales y granos de trigo principalmente, y que puede afectar de forma negativa a todas aquellas personas que tienen enfermedad celíaca. "La enfermedad celíaca afecta a cada persona de manera diferente. Los síntomas pueden ocurrir en el sistema digestivo o en otras partes del cuerpo", dice la Biblioteca Nacional de Estados Unidos. "Una persona puede tener diarrea y dolor abdominal, mientras que otra puede sentirse irritable o deprimida. La irritabilidad es uno de los síntomas más comunes en los niños. Algunas personas no tienen síntomas", añade.
Com contaba en este diario la investigadora de la Clínica Universidad de Navarra Thais Alvarado, en los últimos años, el mercado de los productos libres de gluten ha crecido exponencialmente debido a la popularidad que ha ido ganando este movimiento a nivel mundial.
El gluten, un compuesto de proteínas formado por gliadinas y gluteninas, se encuentra en el trigo, la cebada, la espelta, el centeno y todos los derivados de estos. Si bien es cierto que las personas que padecen enfermedad celíaca o alergia al trigo deben de seguir una dieta estricta libre de este componente, las personas que no tienen ningún tipo de estas afecciones son las que, en parte, están impulsando el crecimiento de este mercado.
[Las chefs sin gluten que vuelven locos a los famosos con su catering de 'gastronomía inclusiva']
Sin embargo, no existe evidencia que sugiera que seguir una dieta libre de gluten tendrá beneficios significativos para la población en general. De hecho, hay algunas pruebas que sugieren que una dieta libre de gluten puede afectar negativamente a la salud intestinal en aquellas personas sin enfermedad celíaca o alergia al trigo.
Por otro lado, hasta un 1% de la población puede sufrir intolerancia al gluten. Pero hasta el 12% de la población parece notar molestias tras consumir alimentos con gluten -como el trigo-, pero sin un diagnóstico claro de intolerancia. El diagnóstico que han recibido estos individuos es la "sensibilidad al gluten", una entidad aún poco comprendida en la actualidad, llegando a ser catalogada como un engaño del cerebro por parte de algunos estudios.
Un trabajo publicado en la revista Gastroenterology sugería que el gluten no es el problema real de estos individuos sensibles, sino que habría entrado un nuevo actor en escena: los fructanos, moléculas presentes en el trigo y causantes de los problemas estomacales en las personas sensibles al gluten.
Esto podría explicar por qué los individuos que sufren colon irritable también mejoran con las dietas sin gluten, pero no se mejoran por completo: al eliminar el trigo, eliminan gran parte de los fructanos de la dieta, pero aún pueden sufrir problemas por seguir consumiendo otros alimentos como cebolla y ajo. De hecho, algunos productos sin gluten como las patatas fritas o los garbanzos también contienen dichas moléculas, dando lugar a los síntomas gastrointestinales.