Desde la antigüedad, los seres humanos han tratado de mejorar las diferentes especies que les servían como recursos. Tanto con animales como con vegetales, nuestros antepasados han experimentado para tratar de mejorar sus características: bueyes más fuertes, caballos más rápidos o plantas con una mayor cantidad de frutos. Uno de los resultados a los que ha conducido este tipo de acciones ha sido la hibridación, es decir, el proceso por el cual dos o más especies relacionadas se cruzan para dar lugar a una nueva especie con características mixtas.
El pluot es una de las frutas de las que hoy podemos disfrutar como consecuencia de estos esfuerzos por crear alimentos con unas determinadas propiedades. En este caso, se trata de una fruta híbrida con una proporción de tres partes de ciruela y una parte de albaricoque, con una apariencia externa similar a las ciruelas por fuera, pero con la pulpa de un albaricoque en el interior. Es precisamente esto lo que le da su nombre, ya que se forma a partir de la contracción de los nombres de estas especies en inglés: plum (ciruela) y apricot (albaricoque).
Para entender qué es y cómo se ha llegado al pluot, primero hay que hablar de su antecesor: el plumcot. Este es un híbrido mitad ciruela y mitad albaricoque. Los plumcots se desarrollaron a finales del siglo XIX gracias al trabajo de Luther Burbank, un famoso horticultor que vivía en California, que logró crear hasta ochocientas nuevas especies, según afirma la organización que lleva su nombre. Tras su muerte, muchos otros siguieron trabajando para mejorar las caracerísticas del plumcot.
La historia del pluot
Una de las líneas de investigación fue la llevada a cabo por Floyd Zaiger, propietario de Zaiger Genetics. Zaiger lanzó un nuevo híbrido de ciruela y albaricoque en la década de 1980, pero a diferencia del trabajo de Burbank, en el que la proporción de ambas especies era la misma, en esta ocasión, se distribuía en un 75% de ciruela y un 25% de albaricoque. Botánicamente forman parte del género Prunus, son frutas de hueso híbridas pertenecientes a la familia Rosaceae.
Zaiger desarrolló el pluot original a través de la polinización manual natural, por lo que no se trata de una modificación genética. Se lanzó al mercado por primera vez en 1989. En España, comenzó a cultivarse hace algunos años, como Andalucía, en concreto en el valle del Guadalquivir, y en Extremadura.
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Una de sus ventajas es que en esta fruta encontramos un muy bajo nivel de grasas y colesterol, lo que se une a que tienen un nivel relativamente bajo de calorías. También, hay una cantidad importante de vitamina A y vitamina C, además de fibra dietética, proteína, betacaroteno y varios compuestos orgánicos volátiles cuyos beneficios para la salud aún no se han identificado. Sin embargo, posee un alto nivel de azúcar, lo que no lo hace recomendable para personas que deban tener cuidado con esta sustancia.
Ayuda en la digestión
Al igual que otras muchas frutas y verduras, los pluots son una muy buena fuente de fibra dietética. La fibra ayuda a aumentar el volumen de nuestras heces, facilita la digestión y regula nuestros movimientos intestinales. Todo ello, en última instancia, significa una mejora en la salud del sistema gastrointestinal.
La fibra también reduce el estreñimiento , la hinchazón, la diarrea y los calambres, junto con afecciones más graves como la enfermedad de Crohn y las úlceras gástricas. Por último, la fibra puede ayudar a reducir las enfermedades del corazón, ya que previene la acumulación de exceso de colesterol en las paredes de las arterias y vasos sanguíneos.
Mejora del sistema inmunitario
Una de las características del pluot es su contenido en vitamina C. Esto significa que este híbrido es una excelente ayuda para mejorar el sistema inmunitario. Un adecuado nivel de este nutriente estimula la producción de glóbulos blancos, la línea principal de defensa contra sustancias extrañas y patógenos peligrosos en nuestro cuerpo, reduciendo la frecuencia y duración de las infecciones.
Acelera la curación
Del mismo modo que la vitamina C ayuda a combatir las infecciones, también participa en la regulación del metabolismo, ya que cuenta con la capacidad de acelerar el desarrollo de nuestros tejidos, desde el muscular hasta el central, pasando por el cartílago, piel, tendones o vasos sanguíneos, lo que facilita la curación de las heridas.
Propiedades antioxidantes
La vitamina A y la vitamina C, ambos presentes en el pluto, actúan como antioxidantes en el cuerpo. La vitamina A puede descomponerse en betacaroteno cuando el cuerpo lo necesita, ayudando a mejorar la visión, prevenir la degeneración macular y proteger la piel del envejecimiento prematuro. Los antioxidantes, en los que también actúa la vitamina C, pueden neutralizar los radicales libres en el cuerpo generados por el metabolismo celular.
Una fruta hidratante
Más del 70% de nuestro cuerpo es agua. Por eso, mantener el cuerpo en un adecuado nivel de hidratación es fundamental. Por supuesto, beber una determinada cantidad de agua cada día es necesario para ello, pero no está de más incluir en la dieta alimentos que ayuden en esta tarea. En este sentido, los pluots, son una de esas frutas con un gran contenido de agua, de modo que incluirlos en la dieta es una deliciosa forma de garantizar una buena hidratación.