La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), dependiente del ministerio de Consumo, comunica que se está procediendo a la retirada de latas de atún conservado en aceite de girasol. El motivo, informan, ha sido la detección de histaminas en el producto, un contaminante que se produce cuando, en condiciones de degradación, aparecen bacterias que descomponen un aminoácido presente en las proteínas alimentarias, la histidina.
Según explica el comunicado, la agencia ha tenido conocimiento de la notificación de alerta a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), y esta ha sido trasladada por las autoridades sanitarias de La Rioja. "Según la información actual el producto ha sido distribuido en la comunidad autónoma de Valencia, pero no se descarta que pueda haber distribución en otras comunidades autónomas", precisan.
El fabricante también ha sido notificado y "va a proceder a la retirada de los productos afectados del mercado". Los datos completos relativos a las latas retiradas figuran a continuación. Nombre del producto (en etiqueta): Atún en aceite de girasol; Nombre de marca: Montey y Didilo; Aspecto del producto: lata de 1 kg (formato RO900); Número de lote: L03922JC; Fecha de consumo preferente: 08/02/2027; Peso de unidad: 1 Kg; Temperatura: ambiente.
"Esta información ha sido trasladada a las autoridades competentes de las comunidades autónomas a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) con el objeto de que se verifique la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización", prosigue el aviso de AESAN.
Y aunque no se haya detectado hasta la fecha ningún caso de intoxicación relacionado con esta alerta, la agencia "recomienda a las personas que tengan en su domicilio productos afectados" que "se abstengan de consumirlos y los devuelvan al punto de compra".
Intoxicación por histaminosis
Según explicaba el Dr. Francisco Botella Romero, especialista en Endocrinología y Nutrición y coordinador del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), el exceso de histamina en nuestro organismo provocado por la ingestión de alimentos que la contienen se puede traducir en una serie de síntomas adversos englobados bajo la denominación general de histaminosis.
Los síntomas de esta intoxicación son "variados y muy poco específicos", según explicaba el médico. "Pueden deberse a muchas otras causas y factores de confusión, y varían enormemente en función de la severidad del cuadro, desde simples picores en palmas y plantas, ronchas en la piel, rinitis, molestias digestivas o dolor de cabeza, hasta situaciones muy graves de hipotensión, broncoespasmo y shock anafiláctico mortal, como ocurre en las reacciones alérgicas graves".
Precisamente por la manifestación de sus síntomas, esta afección se tiende a confundir con una alergia alimentaria. Según añadía Arantza Vega, jefa de la Unidad de Alergología del Hospital Ruber Internacional, la intoxicación con histaminas del pescado se conoce específicamente como escombroidosis. "Cualquier persona que tome la cantidad suficiente de pescado de la familia de los escómbridos [que incluye al atún, la caballa o la sardina, entre otros] contaminados la padecerá", resumía.
La histaminosis no se puede detectar al olfato o al gusto, aunque algunos afirman notar un leve picor en la lengua ante las elevadas concentraciones de histaminas. Pueden producirse cuadros "muy aparatosos" de enrojecimiento de la piel. También náuseas, vómitos y diarreas, acompañados de dolores de cabeza.
El síndrome se puede complicar con una bajada de tensión importante, y aunque los síntomas tienden a remitir por sí solos en 24 horas, es posible que sea necesaria la administración de antihistamínicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor.