Los alimentos más caros del supermercado no son necesariamente los más saludables. Por suerte, la comida suele ser más cara en función de su valor gastronómico y, por lo tanto, el acceso a los nutrientes necesarios no es sólo para unos pocos. Sin embargo, en España muchas veces creemos que el precio también indica el efecto de un producto en nuestro cuerpo: creemos, por ejemplo, que los productos de marca son mejores para la salud que los de marca blanca o que la quinoa puede ser mejor que unas lentejas. Esto no es así.
La pescadería, en este sentido, es uno de los lugares del supermercado donde se pueden encontrar amplias diferencias de precio entre alimentos con valores nutricionales similares. Una de las diferencias más conocidas es la que existe entre el lenguado y el gallo: mientras el primero se considera un manjar, el segundo es un pescado más de andar por casa. De todas formas, uno y otro no presentan muchas diferencias entre ellos en lo que respecta a su aspecto y a sus nutrientes. Además, ambos son igualmente buenos para la salud.
Aunque el precio varía, un kilogramo de lenguado puede llegar a costar más de 50 euros dependiendo de su calidad, de si es fresco y de su procedencia. El gallo resulta bastante más barato y un kilogramo suele costar algo más de 10 euros, también dependiendo de las variables anteriores. A nivel biológico, estas dos especies se parecen entre ellas porque son peces planos y de costumbres bentónicas: esto significa que hacen vida muy cerca del fondo marino y, a veces, se pueden encontrar enterrados en la arena.
Características similares
En cuanto a sus características nutricionales, ambos especímenes se consideran pescados blancos y tienen un bajo número de calorías: alrededor de 80 kilocalorías por cada 100 gramos. Es decir, que tienen un porcentaje de grasas que supone menos del 2,5% del peso de su carne. En concreto, tanto el gallo como el lenguado tienen un porcentaje muy similar entre ellos de este macronutriente: según la Fundación Española de Nutrición (FEN), el gallo tiene 1,9 gramos de grasas por cada 100 de alimento y el lenguado 1,3 gramos en la misma cantidad. Los dos destacan por sus ácidos grasos poliinsaturados.
De todas formas, el contenido más importante del pescado son las proteínas, que se consideran de buena calidad por contener todos los aminoácidos esenciales. Normalmente se piensa que la carne de mamíferos es una mejor fuente de proteínas, pero los pescados contienen cantidades similares y, además, sus grasas son siempre cardiosaludables. La FEN atribuye al gallo 15,8 gramos de proteínas por cada 100 gramos de peso al gallo y 16,5 gramos en la misma cantidad al lenguado.
El perfil de micronutrientes también es similar entre estos dos pescados, aunque varía la cantidad de cada uno. Tanto el gallo como el lenguado son ricos en vitaminas del grupo B y en cuanto a minerales, ambos contienen fósforo, yodo, selenio, potasio y magnesio. Todas estas sustancias se asocian con el buen funcionamiento del organismo: las vitaminas del grupo B con la composición de la sangre, el sistema nervioso y el material genético; los minerales de estos pescados mantienen la salud de huesos, dientes, músculos y sistema nervioso.
El lenguado y el gallo son igualmente saludables y tienen nutrientes muy similares y, por eso, no es necesario comprar la opción más cara. A pesar de que España es uno de los países que más pescado consume en el mundo, es importante aumentar el consumo de este producto y reducir la carne para mejorar nuestra salud. Habitualmente se recomienda consumir pescado entre 3 y 4 veces a la semana, variando entre pescado blanco y azul. Si el gallo o el lenguado nos gustan son una buena opción para aumentar este consumo.