El hinojo tiene un aspecto curioso, bulboso como si una cebolla hubiera cogido kilos. Su textura, más dura y firme, está coronada por hojas finas que pueden llegar a recordar a las algas marinas. Aunque es típicamente Mediterránea, se puede encontrar en las zonas templadas de todo el mundo. Tiene múltiples usos, según la parte de la planta. Como hierba aromática se utilizan los tallos y las hojas picados; como especia, las semillas secas; y como hortaliza, el bulbo.
"Su cultivo se remonta a la época de Carlomagno", explica Borja Sacristán, historiador. Lo hay de dos tipos: hinojo dulce, denominado también Florencia, que se considera una hortaliza carnosa y tierna; e hinojo silvestre, del que se utilizan tallos y semillas para aromatizar. Se le incluye en el grupo de las verduras de raíz, ya que es de la familia de las zanahorias, con quien comparten muchas cualidades nutritivas y organolépticas.
El hinojo, especialmente sus semillas, destacan por ser densas a nivel nutricional, aportando al organismo un gran número de nutrientes con apenas calorías, como anetol, alfa-pineno y limoneno, además de vitaminas B6 y B9. Las semillas de esta planta contienen un aceite esencial rico en anetol, con propiedades analgésicas, neurotrópicas e hipotermizantes. También aporta estragol, antiespasmódico para la musculatura lisa y antiinflamatorio. Por último, destaca por el alfa-pireno, con propiedades antisépticas y antiinflamatorias.
En cuanto a su valor nutricional, estos son los datos que ofrece el Departamento de Agricultura de Estados Unidos: 100 gramos de semillas secas de hinojo contienen 345 calorías, 16 gramos de proteínas, 15 de grasa, 52 de hidratos de carbono, 40 de fibra, calcio (120% de la cantidad diaria recomendada), hierro (103% de la cantidad diaria recomendada), magnesio (96% de la cantidad recomendada), potasio (36% de la cantidad recomendada), manganeso (327% de la cantidad recomendada) y vitamina C (35% de la cantidad recomendada).
El bulbo del hinojo, por su parte, tiene 31 calorías por cada 100 gramos, 1 gramo de proteína, 0,29 gramos de grasa, 7 de hidratos de carbono, 3 de fibra, calcio (5% de la cantidad diaria recomendada), hierro (4% de la cantidad diaria recomendada), magnesio (4% de la cantidad diaria recomendada), potasio (9% de la cantidad diaria recomendada), manganeso (10% de la cantidad diaria recomendada) y vitamina C (20% de la cantidad diaria recomendada).
Como pasa con otros vegetales, las semillas de hinojo son más nutritivas que el resto de la planta, aunque hay que tener en cuenta que estas suelen usarse en pequeñas cantidades, por lo que al final una persona tendería a consumir un mayor volumen de bulbo que de pepitas. Nutrientes como el calcio, el potasio, el magnesio y la fibra, hacen del hinojo un alimento saludable que añadir a tu dieta.
Las hojas de hinojo también son comestibles. Son recomendables, ya que contienen flavonoides, poderosos antioxidantes con características antiinflamatorias, que además refuerzan el sistema inmunológico. Así lo ha confirmado una investigación de la Universidad Edith Cowan, en Australia, que analizó datos de consumo de la sociedad danesa, en la que participaron 53.048 personas durante 23 años.
Salud digestiva y efecto saciante
Al contener mucha fibra, un gran contenido en agua y pocas calorías, el hinojo es un alimento aconsejable en las dietas de perdida de peso, combatiendo la retención de líquidos gracias a su efecto diurético.
Además, combate el estreñimiento, mantiene la salud digestiva y favorece la eliminación de gases. "En infusión, alivia la hinchazón y el dolor de estómago. También se da embarazadas para eliminar las nauseas", explica Concepción Martínez, nutricionista.
Salud cardiovascular y acción antioxidante
Además de antioxidantes, el hinojo tiene otros compuestos igual de beneficiosos, como los polifenoles, que protegen de enfermedades cardiovasculares. Además tienen efectos vasodilatadores, son capaces además de mejorar el perfil lipídico y atenúan la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad.
Por si fuera poco, algunas investigaciones destacan que uno de los compuestos de las semillas del hinojo, el anetol, se relaciona con la acción anticancerígena en el cáncer de mama, disminuyendo el crecimiento de las células tumorales.
Su inconfundible aroma y su sabor anisado, facilitan la combinación con casi cualquier alimento. El hinojo puede añadirse a la dieta diaria junto a carnes y pescado, al igual que lo hace el romero, en la masa de panes o pasteles, para aromatizar aceites con los que aliñar deliciosas ensaladas, en cremas y purés, crudo en ensaladas o en guisos.