La jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Canarias (Tenerife), Águeda Caballero Figueroa, advierte de que los conceptos relativos a alimentos 'prohibidos' o 'especiales', y aún más los denominados alimentos potencialmente 'sanadores' de la diabetes, pueden contribuir a errores que empeoran el control glucémico. Esto afectaría, además, a "la calidad de vida de la persona con diabetes".
En estos términos se ha referido en un encuentro antesala de la celebración del XXXIII Congreso de la Sociedad Española de Diabetes que se celebra en Canarias, y que recoge Europa Press. En esta conferencia se ha tratado de arrojar luz sobre los principales mitos y leyendas que se ciernen en torno a la alimentación y el ejercicio en personas con diabetes.
La integrante del grupo de trabajo de Estilo de Vida de la Sociedad Española de Diabetes recuerda que las recomendaciones deben estar orientadas para contribuir a un buen control metabólico, reducir las complicaciones vasculares y aumentar la calidad de la persona con diabetes.
"Todo ello mediante una alimentación basada en elecciones dietéticas saludables con un patrón alimentario variado y equilibrado, que incluya grasas 'saludables', almidones -los 'azúcares' naturalmente presentes en los alimentos (como las frutas)- y un mayor consumo de proteínas vegetales, entre otros", afirma la especialista del Hospital Universitario de Canarias.
Esta terapia nutricional, como aconseja esta experta, "debe ser individualizada, teniendo en cuenta aspectos como el aporte calórico, la actividad física del paciente y su tratamiento farmacológico". Según añade, "también es aconsejable cierta flexibilidad en la distribución de los carbohidratos con el sistema de contaje de raciones".
El otro pilar del tratamiento de la diabetes es la práctica regular de ejercicio físico, con beneficios que superan con creces los posibles riesgos asociados. El aumento de la sensibilidad a la insulina que produce el ejercicio tiene un papel clave en la mejora del control glucémico, sobre todo en la diabetes tipo 2.
"Las personas que realizan ejercicio físico de forma habitual tienen un menor riesgo de desarrollar complicaciones de la diabetes y una menor mortalidad", remarca Caballero, Recuerda que "la recomendación favorable sobre la práctica de ejercicio físico se extiende de forma clara a las personas con diabetes".
La práctica de ejercicio aumenta el consumo de glucosa, lo que puede ocasionar la disminución de los niveles de glucosa en sangre, con el consiguiente riesgo de hipoglucemia. "El temor a la hipoglucemia asociada a la práctica de ejercicio puede hacer que se abandone su práctica", reconoce Caballero.
Es por ello por lo que "los profesionales sanitarios debemos trasmitir a las personas con diabetes cuáles son las estrategias a poner en práctica para evitar ésta y otras posibles complicaciones, con modificación de la dosis de insulina y/o ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono".
En definitiva, "la persona con diabetes puede realizar cualquier ejercicio, aunque es necesario saber gestionar la diabetes para poder realizarlo con seguridad y con las medidas necesarias para evitar cualquier tipo de problema", concluye esta experta.