España está dando pasos en la buena dirección al reducir el consumo de un producto omnipresente que tradicionalmente se ha considerado como el epítome de la alimentación saludable, el pan blanco. El interés creciente por los temas de nutrición nos ha concienciado de la problemática de las harinas refinadas.
Estas han perdido por el camino los nutrientes más interesantes como la fibra, dejando otros más nocivos como el almidón. Nuestro organismo lo descompone rápidamente como glucosa, provocando un pico glucémico dañino para el páncreas y el hígado, y precursor de enfermedades como la diabetes de tipo 2 y la obesidad.
La gama de panes 100% integrales se ha ido enriqueciendo en los últimos años en los supermercados a medida que los consumidores demandan alternativas saludables, pero también fáciles de almacenar. En ese sentido, la cadena de supermercados Mercadona acaba de anunciar que su producto 'Tortillas 100% Integrales' de Hacendado se ha "consolidado" desde 2019 y ha aumentado un 45% sus ventas.
Las tortillas son elaboradas por el proveedor totaler Delibreads en sus instalaciones de Llíria (Valencia). Se pueden emplear para preparar fajitas o wraps con una serie de ingredientes saludables: verduras y legumbres, carnes a la plancha, especias y quesos frescos. De lo contrario, se pueden usar como acompañamiento de las comidas en sustitución del pan blanco. La propia Mercadona propone como ideas emplearlas como "base de pizza" o para dippear con cremas saludables como el hummus.
Estas tortillas se mantienen bajo la "estrategia SPB (Siempre Precios Bajos)" según la compañía, "después de observar y constatar que los productos que más se vendían eran los que tenían una máxima calidad al mejor precio, siempre en ese orden; y no cambiaban constantemente su coste". Esto se suma a la declaración de objetivos de la empresa: "garantizar un consumo de productos de la máxima calidad con el menor impacto posible y ayudar así a mejorar la calidad de vida de las personas que habitan este planeta y de las generaciones futuras".
Si atendemos a los componentes de las 'Tortillas 100% Integrales' de Hacendado, vendidos en paquetes de 360 gramos, los tres principales ingredientes son la harina integral de trigo en proporción de un 59%, seguida del agua y un 3% de aceite de girasol alto oleico. El resto lo componen los aditivos, correctores y conservantes además de la sal.
Así lo revela el portal de información nutricional independiente Open Food Facts que le otorga la calificación de producto ultraprocesado, aunque recibe una nota de 'A' en el semáforo nutricional Nutriscore, que indica la máxima idoneidad nutricional.
Si atendemos a sus valores, comprobamos que una de estas tortillas (36 g) aporta unas 100 kilocalorías por unos 2,2 gramos de grasa, 16 de carbohidratos y uno de azúcar. Es una mejora con respecto a la primera receta que incorporaba azúcar para atenuar la diferencia de sabor con respecto a las tortillas de harina blanca. Las ventajas de cara a la glucemia terminaban de este modo inutilizadas.
Ahora, esta versión más moderna y adecuada aporta más de dos gramos y medio de fibra alimentaria por tortita, más del doble que la convencional, un nutriente que además contribuirá a que el pico glucémico sea aún menor. Sumado a esto, las ventajas de incorporar carbohidratos complejos o de "alta calidad" a nuestra dieta -los que provienen de los cereales integrales, las legumbres, la fruta y la verdura- son múltiples.
El mayor aporte en fibra contribuirá a la salud de la microbiota, la 'flora intestinal' que regula múltiples aspectos del bienestar. Y la reducción de la glucemia ayuda a combatir tanto el sobrepreso como otros problemas metabólicos derivados, que pueden dar lugar como hemos visto a la diabetes, pero también a enfermedades cardiovasculares crónicas e incluso a un aumento del riesgo de padecer cáncer.