LEl látex o caucho natural lo encontramos en nuestro día a día en infinidad de productos. Procede de la savia lechosa de diversas plantas, que una vez procesada tiene numerosas aplicaciones gracias a sus propiedades elásticas.
"Actualmente hay miles de productos en nuestra vida diaria que contienen látex como globos, juguetes, elásticos, chupetes, tetinas de biberones, ropa impermeable, alfombras, neumáticos, adhesivos, colchones, almohadas, guantes, preservativos, diafragmas, mascarillas faciales, vendajes elásticos y numerosos productos más", según detalla en una entrevista Beatriz Rodríguez Jiménez, jefa de Sección del Servicio de Alergología del Hospital Universitario de Getafe (Comunidad de Madrid).
Esta especialista explica que en el caso de que se produzca una alergia inmediata (mediada por inmunoglobulinas de tipo E), esta surge a los pocos minutos de la exposición al látex; mientras, en la dermatitis de contacto, que consiste en la irritación de la piel con el contacto con látex, generalmente aparecen los síntomas tras exposiciones repetidas.
En concreto, indica que las principales manifestaciones clínicas de la alergia al látex son: urticaria local o generalizada —picor y ronchas, que aparecen de forma inmediata tras la exposición al producto de látex—; angioedema: —hinchazón en la zona de contacto o a distancia—; rinoconjuntivitis —molestias nasales (como estornudos, picor, mucosidad, congestión nasal) y/o oculares (picor, enrojecimiento, lagrimeo) a los pocos minutos de exponerse al producto de látex—; asma bronquial —se produce un cuadro de tos, opresión torácica, dificultad respiratoria y sibilancias (pitos) audibles al respirar, a los pocos minutos de contactar con el producto de látex; la mayoría de los casos de asma bronquial por látex son resultado de la exposición en el medio laboral—; y anafilaxia sistémica —reacción generalizada que afecta a más de dos órganos o sistemas, que cursa con urticaria/angioedema, rinoconjuntivitis, asma bronquial, síntomas digestivos, etc.; la forma más grave, el choque anafiláctico, se acompaña de colapso circulatorio (hipotensión, fallo cardíaco) y/o fracaso respiratorio (por crisis grave de asma bronquial o por angioedema de laringe), que comprometen la vida del paciente—.
¿Evitar el látex?
La doctora Beatriz Rodríguez Jiménez subraya en este sentido que la principal herramienta para el diagnóstico de una alergia al látex se basa en la historia clínica del paciente, en las reacciones adversas que ha sufrido a los pocos minutos de exponerse a productos de látex y que cursen con los síntomas, y sobre los signos típicos de las reacciones alérgicas.
Aquí recuerda que el alergólogo se apoya en una serie de pruebas diagnósticas, que permiten confirmar o descartar la alergia al látex: la prueba cutánea en prick (prueba intraepidérmica) con extractos de látex, un método diagnóstico rápido y fiable, que consiste en la aplicación sobre la piel del antebrazo de una gota de extracto de látex, tocando la piel a través de la gota con la punta de una lanceta; la determinación de los niveles de IgE en un análisis de sangre frente al látex o a sus alérgenos, un método fiable, aunque más lento y costoso que la prueba cutánea; pruebas de exposición controlada con látex, siendo la más utilizada la prueba de uso de guante, que se realiza bajo estricta supervisión médica en los Servicios de Alergia, en los que se cuenta con los medios y el personal necesarios para tratar cualquier tipo de reacción alérgica.
Con respecto al tratamiento de la alergia al látex, la alergóloga subraya que la base es la evitación total de cualquier exposición a látex: "Esto puede resultar muy difícil dada la ubicuidad de productos a base de látex. Y es especialmente complicado en los trabajadores sanitarios. Además, si los pacientes precisan ser explorados u operados debe utilizarse guantes sintéticos (de neopreno, nitrilo, etc.). El resto de material sanitario, como sondas, mascarillas, etc., también debe estar exento de látex".
Vacuna frente al látex
Por otro lado, la jefa de Sección del Servicio de Alergología del Hospital Universitario de Getafe sostiene que actualmente disponemos de una vacuna para tratar la alergia al látex, que se administra por vía sublingual (debajo de la lengua), y puede mejorar el curso de esta enfermedad.
"Sin embargo, en los diferentes estudios se ha observado que, aunque se consigue reducir la sensibilidad clínica de los pacientes, en particular una mejoría de la urticaria de contacto y un descenso en los síntomas con los guantes de látex, la incidencia de reacciones adversas tras su administración es demasiado alta como para recomendar su uso habitual, salvo en condiciones muy controladas y en casos muy seleccionados. Por ello, siempre debe ser un alergólogo quien decida si está indicada su prescripción", prosigue la experta.
El síndrome látex-frutas
En última instancia, la doctora Rodríguez destaca que cerca de la mitad de los pacientes alérgicos al látex pueden sufrir reacciones alérgicas a determinados alimentos vegetales, lo que se conoce como el síndrome látex-frutas. "Entre los más frecuentes se encuentran los plátanos, las castañas, los aguacates, los kiwis y diversas frutas sobre todo tropicales", agrega.
Este cuadro se explica por el gran parecido entre determinados alérgenos del látex y de los alimentos vegetales implicados en el síndrome. "Como consecuencia, los anticuerpos IgE se confunden y reaccionan indistintamente contra el látex o contra los alimentos mencionados", indica la alergóloga.
La clínica de estas reacciones alérgicas a alimentos suele ser inmediata tras su ingestión y cursa con los síntomas y signos propios de las reacciones alérgicas mediadas por IgE: "Podemos encontrarnos con la forma más leve, el 'síndrome de alergia oral' (picor y enrojecimiento alrededor de la boca tras ingerir el alimento), hasta la forma más grave de anafilaxia, pasando por cuadros moderados como urticaria, angioedema, asma bronquial, síntomas digestivos, entre otros".
En estos casos, dice que los pacientes deben seguir una dieta exenta de aquellos alimentos a los que son alérgicos. "Así con todo, también es conveniente que a los pacientes alérgicos al látex se les realice un estudio para descartar alergia a alimentos vegetales y, de este modo, prevenir reacciones alérgicas a alimentos, que puedan ser potencialmente graves", sostiene la doctora.
Además, la experta del Hospital Universitario de Getafe mantiene que en todo paciente que consulta por alergia a los alimentos vegetales implicados con mayor frecuencia en el síndrome, se debe sospechar y descartar una posible alergia al látex subyacente. "De esta forma se previene que ocurran reacciones alérgicas potencialmente graves en el transcurso de procedimientos sanitarios a los que podría tener que someterse algún día", concluye.