La jalea real es uno de los primeros superalimentos que llegó a nuestras vidas. Presente en la medicina tradicional y rescatada del olvido en los años sesenta, el producto estrella de los suplementos nutricionales ha vuelto a ponerse de moda.
Se trata de la secreción cremosa elaborada por las abejas para alimentar a las larvas de celdas reales en sus primeros días y a la reina durante toda su vida. Es viscosa, de un suave color amarillo, y con un sabor ácido que contrasta con el de la miel. Lo primero que llama la atención de su poder nutritivo es que, mientras las obreras viven apenas 45 días, las abejas reinas que se alimentan en exclusiva con ella pueden llegar a vivir 5 años con una gran energía para reproducirse.
Las primeras investigaciones modernas que están detrás del redescrubrimiento de la jalea real estudiaron en 1960 y 1972 su sustancia neoruquímica y su interacción con las hormonas de desarrollo, dos aspectos que bastaron para darle una popularidad que no ha hecho otras cosa sino crecer.
Es China el país que copa cerca de un 60% de la producción de jalea real para el consumo humano. En su perfil nutricional destaca más de la mitad de agua, azúcares, proteínas (50%), lípidos (19%) e hidratos de carbono (30%). Asimismo, también contiene vitaminas del tipo B, aminoácidos y minerales como hierro, calcio, sodio, manganeso, cobre, potasio y zinc.
Tradicionalmente, a la jalea real se le han atribuido efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antimicrobianos, antienvejecimiento, de refuerzo del sistema inmune, estimulantes de la producción de estrógenos —no en vano está considerado uno de los remedios tradicionales que mejoran la fertilidad—, y también neuroprotectores.
De hecho, algunos estudios han llegado a afirmar que ayuda a aumentar la neurogénesis o crecimiento de nuevas neuronas, y que es beneficiosa para regular el colesterol, al diabetes y la hipertensión. Su popularidad aumentó como estimulador y proveedor de energía y como remedio para combatir algunos síntomas de la depresión.
También se le han otorgado propiedades relacionadas con el aparato digestivo y con la regulación de la actividad hormonal, especialmente en mujeres, así como en la estimulación del apetito. Asimismo, la jalea real es una de las sustancias más empleadas en cosmética para velar por la salud de la piel, se vincula especialmente con el aumento de la concentración y de la capacidad intelectual, manteniendo a raya el estrés.
No obstante, todos estos beneficios en los que se ha creído casi a ciegas en los últimos años han sido cuestionados recientemente en un estudio en el que han puesto encima de la mesa sus efectos reales.
Los beneficios reales de la jalea
El grupo de investigación ha partido de la Universidad de Vigo y del Instituto Politécnico de Bragança, que han publicado sus conclusiones en la revista Nutrients. Se trata de una amplia revisión de estudios en los que cuestionan si los beneficios de los que se ha hablado siempre están lo suficientemente respaldados por la ciencia. Han podido verificar que sí ayudaría a disminuir el colesterol de las arterias y a evitar la acumulación de grasa nociva en órganos como el hígado, aunque consideran que algunos resultados son contradictorios.
Consideran también insuficiente la evidencia para asegurar que la leche enriquecida con jalea real tendría el potencial de controlar enfermedades como la hiperglicemia (diabetes tipo 2), al hipertensión y varios tipos de cáncer, como el de mama o piel. Eso sí, en mujeres posmenopáusicas y con síndrome premenstrual les ha ayudado a aliviar la sintomatología, una función estrogénica que sería efectiva también cuando se aplica en forma de crema vaginal. En los hombres mejora la movilidad del esperma.
Las conclusiones de la revisión apuntan a que se pueden encontrar estudios que respalden cada una de las propiedades que se han venido destacando de la jalea real, pero son insuficientes para determinar sus efectos en el organismo. De hecho, la European Food Safety Authority (EFSA) atestigua que todos los beneficios que se le atribuyen pueden obtenerse con una dieta equilibrada y con un coste económico menor, incidiendo en que no existe una evidencia sólida de que exista una relación entre su consumo y las propiedades.
Cómo tomar jalea real
Si optamos por tomarla en forma de suplemento, bastará con consultar con un especialista y ceñirse a las cantidades marcadas. En fresco hay que tener en cuenta que se deteriora rápidamente, de modo que hay que conservarla a temperaturas de entre 0 y -2 grados en envases opacos.
Lo primero antes de consumirla es cerciorarse de que uno no es alérgico y, de no serlo, introducirla en dosis bajas. En un adulto está recomendada la ingesta media diaria de 0,5 gramos durante cinco o seis semanas, para descansar después un mes. En niños la cantidad baja hasta un 30 o 50% menos. Se recomienda tomarla antes de desayunar y mantenerla bajo la lengua hasta que se disuelva. Está contraindicada en caso de personas con la enfermedad de Addison y con asma.