Muchas frutas y verduras tienen residuos de pesticidas disruptores endocrinos que deberían estar prohibidos desde hace más de diez años, ha denunciado el organismo Hogar sin Tóxicos, quien advierte de que no basta con lavar la fruta y la verdura para eliminar estos residuos.
Este aviso se produce tras la reciente publicación por parte de PAN Europe - organización internacional de la que forma parte- de una Guía para los consumidores en la que analiza esta problemática y da consejos útiles para evitar o reducir la exposición a estas sustancias.
La guía establece una 'lista roja' con los productos que, en un 40 al 70% de los casos, tenían estos pesticidas, destacando cerezas, melocotones, fresas y peras. También una 'lista amarilla' para aquellos que los tenían entre el 10 y el 40% (uvas, manzanas y arándanos) y una "lista verde" cuando era en menos del 10% de los casos (con productos como patatas, cereales, aceitunas y aguacates).
Tal y como destaca Carlos de Prada, responsable de Hogar sin Tóxicos, "para algunas frutas y verduras, España es donde se registra el porcentaje de alimentos con un mayor porcentaje de presencia de estos contaminantes". Es el caso, por ejemplo, de los cultivos de plantas de hojas tiernas, con un 69%, o la col rizada, con un 74%.
Otros países, como es el caso de Bélgica, por ejemplo, destacan con productos como los canónigos (con un 94% , 92 y 95% respectivamente). En la 'lista amarilla' España sobresale en el caso de los arándanos (38%), los apios (65%) y el perejil (64%). Tal y como comenta Carlos de Prada, "lavar la fruta y verdura solo reduciría una parte de los residuos de pesticidas, ya que hay algunos que penetran en el interior de las plantas".
Los pesticidas disruptores endocrinos pueden alterar el equlibrio hormonal del organismo. Han sido asociados a diversos posibles efectos como un incremento de riesgo de cánceres de mama y próstata, reducción de la fertilidad masculina, y efectos en el desarrollo cerebral de los fetos (con consecuencias como una perdida de puntos de coeficiente intelectual).
Como apunta Carlos de Prada, aunque la comunidad científica asegura que "no pueden establecerse umbrales de exposición seguros" por baja que sea su concentración, las autoridades siguen fijando niveles de concentración supuestamente "seguros" para estas sustancias, como los llamados Límites Máximos de Residuo.
Pero es que incluso en el caso de que tales límites pudiesen fijarse, habría otro problema, denuncia Carlos de Prada, y es que "las autoridades evalúan el riesgo de exponerse a cada pesticida por separado, pero no han evaluado el de exponerse a las diferentes mezclas a las que realmente se exponen las personas, cuando se sabe que el efecto puede ser mucho mayor".
Así, recuerdan que se da además la circunstancia de que, con frecuencia, como se ve en el documento de PAN Europe, varios productos -como las cerezas y las peras- pueden contener hasta siete pesticidas diferentes al mismo tiempo en una sola pieza; y los melocotones, nueve.
En Europa, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), publicó en 2019 un informe sobre el mismo asunto en el que concluyó que el 96 % de las 90.000 muestras analizadas cumplían perfectamente con la normativa de fitosanitarios.