Las Navidades de este 2020 prometen ser unas de las más extrañas que recordaremos en España. De momento sabemos que tanto la hora de terminar la fiesta como el aforo de parientes estarán limitados. Eso sí, aunque este año no tengamos una hilera de mesas y sillas plegables para que quepa hasta el último de tus cuñados, seguro que nos provocaremos el tradicional empacho de estas fechas.
Lo peor de los banquetes navideños es que, a los abundantes platos principales, se añaden un sinfín de aperitivos. Si se toman con moderación, no todos tienen por qué ser malos: los langostinos o el jamón ibérico son un ejemplo. Con lo que sí tenemos que andarnos con ojo es con los vistosos canapés y con las grandes fuentes de huevos rellenos pegados entre sí por una espesa capa de mayonesa de bote.
Estas delicatessen, además de abundantes y sabrosas, pretenden ser auténticas obras de arte. Coronadas por aceitunas, pimientos morrones o un matojo de huevo hilado, estas recetas son un intento de añadir alegría y sofisticación a cenas y comidas. Sin embargo, como pasa con el espumillón, se han quedado anticuadas. Son lo que el portal de El Comidista llama, con gran acierto, "comida viejuna de Navidad".
Surimi por Navidad
Sin duda, uno de los ingredientes ornamentales que más veremos durante estas fiestas son las rodajas de palitos de cangrejo. A pesar de que durante años las hemos asociado con las ensaladas y la comida saludable, estas varitas no tienen los mismos beneficios que el pescado. De hecho, estos palitos no están formados por cangrejo, sino por una pasta con poco interés nutricional conocida como surimi.
El surimi está formado por las partes del pescado de peor calidad: "lo que se hace es quitar las partes nobles y utilizar el resto. Es como una salchicha Frankfurt del mar. No meten ni la cabeza ni los ojos del pescado, pero utilizan las partes más baratas y menos ricas", explica Pablo Zumaquero, dietista-nutricionista y tecnólogo de los alimentos en este artículo de EL ESPAÑOL. Otro plato típico de las Navidades que está elaborado con surimi son las gulas, el sustituto barato de las tradicionales angulas.
De todas formas, el surimi no es el único ingrediente de los palitos de cangrejo poco saludable. Estos cilindros llevan, además, almidones de maíz, trigo y patata, aceites de baja calidad como el de colza, azúcar, sal y potenciadores del sabor. También contienen huevo pasteurizado y algunos aditivos. El resultado es un alimento con un perfil nutricional que no se parece en nada al del pescado.
Poco pescado
Si nos fijamos en su etiquetado, su contenido más abundante son los hidratos de carbono, un macronutriente que los pescados, en realidad, no tienen. Con lo que sí cuentan los pescados es con un buen aporte de proteínas que suele oscilar entre el 15% y el 20%. Los palitos de cangrejo, por su parte, apenas tienen un 8% de este macronutriente. En cuanto a las grasas, los palitos de cangrejo cuentan con sólo un 1,8% que provienen, en su mayoría, de los aceites añadidos y no tienen tanta calidad como la del pescado en sí.
Zumaquero explica en el mismo artículo que el contenido de estos palitos "está lejísimos de lo que puede ofrecer un pescado porque, básicamente, contiene poco pescado". De hecho, este alimento se considera como un ultraprocesado. Es decir, un producto de la industria alimentaria que se caracteriza por tener una larga lista de ingredientes poco saludables y con poca importancia nutricional.
Por esta razón, si queremos comer saludable en Navidad, lo más importante es no abusar de los aperitivos, elegirlos saludables y dar más importancia a los platos principales. Los pescados son una buena opción para estas comidas y, como la lubina, pueden tomarse al horno sin apenas grasas. El marisco, aunque tiene fama de ser caro, también es un alimento saludable que comparte muchos beneficios del pescado.